Equipo investigador asegura que la terapia no ha presentado en ninguno de los casos efectos adversos.
Un equipo de investigadores japoneses ha descubierto un nuevo tipo de nanopartículas magnéticas capaces de insertar ácido nucleico en el organismo y frenar la progresión del cáncer en los ratones.
Tal y como publica hoy la revista británica "The Lancet Nanotechnology", esta nueva formulación de nanopartículas magnéticas ofrece mejores resultados que la empleada hasta ahora en la terapia genética contra el cáncer.
De confirmarse sus resultados en humanos, se trataría de un gran paso para el tratamiento no invasivo de distintos tipos de tumores.
Para llegar a ese resultado, un equipo de científicos de la Universidad The Jikei de Chiba (Japón) liderado por Yoshihisa Namiki inyectó en la corriente sanguínea de los roedores nanopartículas magnéticas compuestas por una secuencia optimizada de ácido ribonucleico pequeño de interferencia (siRNA, siglas en inglés).
Una vez hecho esto, guiaron las nanopartículas hasta el tumor a través de placas magnéticas pegadas o implantadas bajo la piel de la zona afectada.
Así, el ácido ribonucleico diseñado especialmente para "silenciar" el gen causante del tumor pudo llegar a su destino y, tras ocho inyecciones, fue capaz de parar el crecimiento del mismo.
Además, el equipo investigador asegura que esta terapia no ha presentado en ninguno de los casos efectos adversos.
-EFE
Tal y como publica hoy la revista británica "The Lancet Nanotechnology", esta nueva formulación de nanopartículas magnéticas ofrece mejores resultados que la empleada hasta ahora en la terapia genética contra el cáncer.
De confirmarse sus resultados en humanos, se trataría de un gran paso para el tratamiento no invasivo de distintos tipos de tumores.
Para llegar a ese resultado, un equipo de científicos de la Universidad The Jikei de Chiba (Japón) liderado por Yoshihisa Namiki inyectó en la corriente sanguínea de los roedores nanopartículas magnéticas compuestas por una secuencia optimizada de ácido ribonucleico pequeño de interferencia (siRNA, siglas en inglés).
Una vez hecho esto, guiaron las nanopartículas hasta el tumor a través de placas magnéticas pegadas o implantadas bajo la piel de la zona afectada.
Así, el ácido ribonucleico diseñado especialmente para "silenciar" el gen causante del tumor pudo llegar a su destino y, tras ocho inyecciones, fue capaz de parar el crecimiento del mismo.
Además, el equipo investigador asegura que esta terapia no ha presentado en ninguno de los casos efectos adversos.
-EFE
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