El crustáceo sufre el fenómeno denominado bradicardia, opuesto a la taquicardia que le sucede a los mamíferos, según científicos argentinos.
Científicos argentinos descubrieron que el corazón del cangrejo late más lentamente cuando este crustáceo huye de un peligro, al revés de lo que sucede con los mamíferos, informó hoy la prensa local.
El hallazgo corresponde a miembros del Laboratorio de Neurobiología de la Memoria de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, que estudian a la especie chasmagnathus granulatus en las playas de la provincia de Buenos Aires.
Según los estudios de los expertos, cuando estos animales escapan de un estímulo amenazante, los latidos de su corazón se hacen más lentos, un fenómeno denominado bradicardia y que es opuesto a la taquicardia.
"No sabemos, desde el punto de vista fisiológico, para qué le sirve al animal esta bradicardia intensa durante el escape", dijo Gabriela Hermitte, una de las responsables de la investigación, en declaraciones publicadas hoy por el diario La Nación, de Buenos Aires.
Los científicos se toparon con este descubrimiento cuando trataban de hallar algún parámetro sobre el mecanismo de percepción sensorial de los cangrejos.
"Ante estímulos ambientales sutiles, los cangrejos no tienen una respuesta conductual que pueda ser observable, y esto puede hacer suponer que no percibieron nada", explica Hermitte.
Por eso, los expertos resolvieron evaluar la respuesta cardíaca de estos animales como indicador de percepción sensorial, para lo cual sometieron a los cangrejos a estímulos como luz, aire y objetos.
Ante los estímulos sutiles, los cangrejos no manifestaron cambios significativos en su comportamientos, pero ante los objetos e imágenes que suponían una "amenaza concreta", los animales emprendieron la huida.
Ante todos los estímulos, los cangrejos experimentaron "disminuciones significativas en la frecuencia cardíaca", que fueron mayores con los estímulos más amenazantes.
"Este estudio demuestra que la frecuencia cardíaca es un indicador útil para evaluar la percepción sensorial", dijo Hermitte. EFE
El hallazgo corresponde a miembros del Laboratorio de Neurobiología de la Memoria de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, que estudian a la especie chasmagnathus granulatus en las playas de la provincia de Buenos Aires.
Según los estudios de los expertos, cuando estos animales escapan de un estímulo amenazante, los latidos de su corazón se hacen más lentos, un fenómeno denominado bradicardia y que es opuesto a la taquicardia.
"No sabemos, desde el punto de vista fisiológico, para qué le sirve al animal esta bradicardia intensa durante el escape", dijo Gabriela Hermitte, una de las responsables de la investigación, en declaraciones publicadas hoy por el diario La Nación, de Buenos Aires.
Los científicos se toparon con este descubrimiento cuando trataban de hallar algún parámetro sobre el mecanismo de percepción sensorial de los cangrejos.
"Ante estímulos ambientales sutiles, los cangrejos no tienen una respuesta conductual que pueda ser observable, y esto puede hacer suponer que no percibieron nada", explica Hermitte.
Por eso, los expertos resolvieron evaluar la respuesta cardíaca de estos animales como indicador de percepción sensorial, para lo cual sometieron a los cangrejos a estímulos como luz, aire y objetos.
Ante los estímulos sutiles, los cangrejos no manifestaron cambios significativos en su comportamientos, pero ante los objetos e imágenes que suponían una "amenaza concreta", los animales emprendieron la huida.
Ante todos los estímulos, los cangrejos experimentaron "disminuciones significativas en la frecuencia cardíaca", que fueron mayores con los estímulos más amenazantes.
"Este estudio demuestra que la frecuencia cardíaca es un indicador útil para evaluar la percepción sensorial", dijo Hermitte. EFE
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