Estudio de Universidad Northeastern de Boston demuestra que el tamaño de la amígdala cerebral se encuentra sujeto a nuestra capacidad de preservar amistades y conocidos.
Lo que podría considerarse vinculado estrictamente a un componente social y coyuntural, como el hecho de hacer amigos e incrementar nuestra red social, ahora se explica desde la ciencia. Se hace mediante un estudio que comprueba que el número de humanos con los que nos relacionamos está sujeto al tamaño de un conjunto de núcleos neuronales.
De acuerdo a diversas investigaciones científicas, la amígdala cerebral es responsable de realizar algunos procesos emotivos que intervienen a la hora de socializar. Nos referimos a habilitar canales de confianza con extraños con más rapidez, reconocer expresiones faciales vinculadas a sensaciones corporales, reacción en momentos en que uno se siente amenazado y la memoria vinculada a eventos con fuerte carga emocional.
La comparación del tamaño de este componente que forma parte del sistema límbico y nuestra red de contactos o amigos, fue el tema de estudio de la Universidad de Northeastern de Boston. Dicha institución comparó el volumen de la amígdala de 58 adultos saludables en correlación con el tamaño de su red social. En el estudio se empleó imágenes cerebrales durante sesiones de resonancia magnética.
Durante la investigación, liderada por la psicóloga Lisa Feldman Barret, el equipo de científicos preguntó a los pacientes el número de personas con las que regularmente mantenían contacto y en cuántos grupos ellos se veían incluidos.
Según Feldman, los resultados del estudio indicaron que mientras más robusta la amígdala cerebral, más fortalecida será la memoria emocional, lo que haría que el individuo sepa preservar los lazos amicales.
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