Se trata del Espectrómetro Magnético Alfa, que debería medir las propiedades de la radiación cósmica y contribuir a conocer mejor cómo se formó el universo.
Los astronautas del transbordador estadounidense Endeavour instalaron hoy en la superficie de la Estación Espacial Internacional (EEI) un gigantesco imán detector de antimateria y materia oscura cósmica invisible al ojo humano.
"El Espectrómetro Magnético Alfa ya ha comenzado a recabar información", informó la NASA en un comunicado, según las agencias rusas.
El espectrómetro (AMS, por sus siglas en inglés), que pesa siete toneladas y dispone de 650 microprocesadores, es fruto de un proyecto internacional dirigido por el científico Samuel Ting, premio Nobel de Física en 1976, y en el que también colaboran científicos españoles.
Este sofisticado imán detector de partículas, que será parte de la plataforma orbital durante los próximos diez años, debería medir las propiedades de la radiación cósmica y contribuir a conocer mejor cómo se formó el universo.
Uno de los desafíos del AMS es determinar si en el Cosmos hay restos de la antimateria primaria que, de acuerdo con la teoría del Big Bang, debió de existir en el Universo primigenio.
Actualmente, apenas se puede explicar un 5% de la materia-energía del Universo, mientras que aproximadamente un 20 por ciento del resto consiste en un misterioso tipo de materia que no emite ni absorbe radiación electromagnética, y por ello se denomina materia oscura.
El 75 por ciento restante, denominado energía oscura, sería una forma de energía de naturaleza aún más misteriosa, una fuerza repulsiva responsable de la expansión acelerada del Universo.
El espectrómetro también aportará información muy valiosa acerca de las dosis de radiación a las que se expondrían las tripulaciones de futuros viajes interplanetarios.
El AMS ha costado unos 2.000 millones de dólares (1.360 millones de euros) y está diseñado para captar partículas procedentes del espacio que no pueden estudiarse desde la superficie terrestre porque son absorbidas por la atmósfera.
-EFE-
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