En el proyecto, de más de 10.000 millones de euros, además de la Unión Europea - que asume el 45% de los costes de construcción - participan China, la India, Japón, Corea del Sur, Rusia y Estados Unidos.
El director general adjunto del reactor internacional termonuclear experimental (ITER, en sus siglas en inglés), Carlos Alejaldre, se muestra convencido de que en el futuro las necesidades energéticas de toda la humanidad podrán ser cubiertas únicamente gracias a la energía solar y a la fusión.
Alejaldre explicó el estado en el que se encuentra el ITER, que se construye en Cadarache (sudeste de Francia) y busca reproducir las reacciones de fusión que tienen lugar en el Sol y otras estrellas con el objetivo de generar energía.
"Desde julio de 2010 nos encontramos en la fase de construcción de los diferentes edificios. Es una fase mucho más importante y todos los socios han reiterado su compromiso con los presupuestos del proyecto", subraya.
En el proyecto de más de 10.000 millones de euros, además de la Unión Europea - que asume el 45% de los costes de construcción - participan China, la India, Japón, Corea del Sur, Rusia y Estados Unidos.
El objetivo de ITER (que en latín significa asimismo "camino") es demostrar la viabilidad científica y tecnológica de la fusión como fuente energética y extraer diez veces más energía que la que se introduzca.
La energía de fusión, frente a la de los actuales reactores nucleares, es segura, pues apenas produce desechos radiactivos y los expertos defienden que, aunque estos tuvieran una actividad de cien años, en el peor escenario el impacto para el humano sería como fumar dos o tres cajetillas de tabaco un solo día de la vida.
Desde que en 2006 naciera este proyecto, el principal problema al que se han enfrentado, dice Alejaldre, ha surgido como consecuencia de los daños que el terremoto y posterior tsunami ocurridos en Fukusima produjeron en varias instalaciones japonesas.
"Trabajamos con nuestro socio japonés y con el resto de los socios para analizar cómo podíamos minimizar el impacto de este fenómeno y finalmente se han hecho una serie de cambios y hemos alterado el calendario. Ahora hemos visto que el impacto va estar reducido a un año", señala el científico.
Si el proyecto ITER tiene éxito, Alejaldre estima que en torno al año 2050 se podrá introducir energía eléctrica de una máquina cuyo funcionamiento se base en la fusión.
"A partir de los años 40 o 50 (de este siglo) me atrevería a prever un desembarco masivo de esta tecnología", aventura.
Alejaldre asegura que este hecho "significaría la producción de energía eléctrica de forma masiva, que probablemente se tendría que ver complementada con algunas otras formas de energía más flexibles".
Además, si este proyecto demuestra que se puede conseguir una electricidad más barata y se combina con un vector energético como el hidrógeno, "que se podría producir de una manera relativamente sencilla", entonces estaremos ante "una sociedad diferente en la que el petróleo prácticamente no tenga ningún valor energético", destaca.
"Creo que el mundo en el futuro girará en torno a dos fuentes, ambas solares: la fusión y la solar. Creo que con la combinación de estas dos podremos cubrir las necesidades de toda la humanidad en cualquier momento", asegura.
EFE
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