Washington endurece su postura contra China en el sector automotriz. La prohibición afectará software desde 2027 y hardware desde 2029.
El Departamento de Comercio de los Estados Unidos anunció este martes la prohibición de venta de vehículos conectados que incorporen tecnología china o rusa, ya sea en componentes o software. La decisión, que se implementará gradualmente desde 2027, busca proteger la seguridad nacional y la privacidad de los ciudadanos estadounidenses.
La nueva normativa surge tras una investigación pública iniciada en septiembre y establece un calendario escalonado de implementación. El software proveniente de estas naciones quedará vetado desde 2027, mientras que los equipamientos físicos (hardware) deberán ser reemplazados a partir de 2029.
"Los automóviles modernos son verdaderas computadoras sobre ruedas", explicó Gina Raimondo, secretaria de Comercio saliente. "Están equipados con cámaras, micrófonos, GPS y diversas tecnologías conectadas a internet que podrían comprometer la seguridad si caen en manos equivocadas".
Aunque actualmente no se comercializan vehículos conectados chinos directamente en Estados Unidos, la medida afectará a diversas marcas occidentales con vínculos en China. Fabricantes como Volvo (controlada por la china Geely), Pole bstar, y las marcas americanas Buick y Lincoln, que comercializan vehículos de origen chino en el mercado estadounidense, deberán adaptar sus cadenas de suministro.
¿Qué implican las nuevas regulaciones que generaron tensión con China?
La Casa Blanca, a través de su asesora de Seguridad Nacional, Lael Brainaard, aseguró que China busca dominar el futuro de la industria automotriz. La presencia de software y hardware vinculados a potencias extranjeras representa un riesgo potencial para el control de datos sensibles y la posible interferencia en los sistemas de los vehículos.
Las nuevas regulaciones prohíben específicamente el uso de equipos o software de proveedores que mantengan "un vínculo suficiente" con China o Rusia. Por el momento, la normativa se centra en vehículos particulares, mientras que para buses y camiones se establecerán reglas específicas en un futuro próximo, debido a la mayor complejidad de sus cadenas de suministro.
Esta decisión se suma a otras medidas proteccionistas adoptadas por Washington, como el arancel del 100% impuesto a mediados de septiembre sobre los vehículos eléctricos importados de China. La creciente presencia de sistemas electrónicos en los automóviles modernos, incluidos los programas de asistencia al manejo y conducción autónoma, ha elevado las preocupaciones sobre posibles intervenciones externas no deseadas en vehículos en circulación.
La medida representa un nuevo capítulo en las tensiones comerciales y tecnológicas entre Estados Unidos y China. TikTok, propiedad de la compañía china ByteDance, está cerca del plazo de su venta , el 19 de enero, antes de ser prohibida en los Estados Unidos.
Comparte esta noticia