Cinco personas, entre ellos militares, agentes de la CIA e ingenieros, relataron sus experiencias en el Área 51.
Ex trabajadores de la conocida como Área 51, en el desierto de Nevada (EE.UU.), atribuyeron los conocidos avistamientos de ovnis en la zona a vuelos secretos de aviones de combate, publica hoy el diario Los Angeles Times.
Cinco personas, entre ellos militares, agentes de la CIA e ingenieros, relataron sus experiencias en esa base del Ejército, cuya existencia se niega oficialmente y que durante la Guerra Fría sirvió para desarrollar aeronaves capaces de burlar las defensas soviéticas.
Las misiones de prueba y alto secreto que partían desde el Área 51 inquietaron a la población, que vio a unos extraños vehículos desplazarse a gran velocidad por el cielo, lo que generó un sinfín de teorías de conspiración, incluida la existencia de tecnología de origen extraterrestre.
"La forma del OXCART no tenía precedentes, con su ancho fuselaje con estructura de disco diseñado para cargar grandes cantidades de combustible. Los pilotos comerciales podrían ver por encima de sus cabezas la parte baja del OXCART, que viajaba a más de 3.000 kilómetros por hora", explicó la autora del reportaje, Annie Jacobsen.
El A-12 OXCART era el nombre en código de un avión espía construido por Lockheed Aircraft Corporation, que se testó en los años 60 desde el Área 51 y se desplazaba tres veces más rápido que el sonido, una información que la CIA comenzó a desclasificar en 2007.
En total se produjeron 2.850 vuelos de prueba del OXCART en el Área 51 mientras el coronel Hugh "Slip" Slater, ahora de 87 años, dirigió la base en aquella década.
"¡Eso es mucho avistamiento de ovni!", comentó Slater, quien detalló que los pilotos comerciales que daban parte de haberse cruzado con una extraña aeronave eran obligados "por el FBI a firmar informes en los que se les obligaba a no hacer público lo que habían visto".
A pesar de los esfuerzos de las agencias federales por silenciar estos avistamientos, la Fuerza Aérea terminó por crear el proyecto Blue Book para hacer constar cada caso.
El ingeniero Thornton "T.D." Barnes, de 72 años, encargado de proyectos especiales en el Área 51, reconoció que sí se realizaron trabajos para invertir la tecnología, pero "extranjera, incluida la del caza soviético MiG", no alienígena.
Asimismo, Barnes confirmó que formó parte del equipo que dio vida al programa de cohete nuclear Project NERVA, que se desarrolló bajo tierra, lo que sustentó otro de los mitos ligados al Área 51, de la que se decía que estaba llena de túneles.
Cinco personas, entre ellos militares, agentes de la CIA e ingenieros, relataron sus experiencias en esa base del Ejército, cuya existencia se niega oficialmente y que durante la Guerra Fría sirvió para desarrollar aeronaves capaces de burlar las defensas soviéticas.
Las misiones de prueba y alto secreto que partían desde el Área 51 inquietaron a la población, que vio a unos extraños vehículos desplazarse a gran velocidad por el cielo, lo que generó un sinfín de teorías de conspiración, incluida la existencia de tecnología de origen extraterrestre.
"La forma del OXCART no tenía precedentes, con su ancho fuselaje con estructura de disco diseñado para cargar grandes cantidades de combustible. Los pilotos comerciales podrían ver por encima de sus cabezas la parte baja del OXCART, que viajaba a más de 3.000 kilómetros por hora", explicó la autora del reportaje, Annie Jacobsen.
El A-12 OXCART era el nombre en código de un avión espía construido por Lockheed Aircraft Corporation, que se testó en los años 60 desde el Área 51 y se desplazaba tres veces más rápido que el sonido, una información que la CIA comenzó a desclasificar en 2007.
En total se produjeron 2.850 vuelos de prueba del OXCART en el Área 51 mientras el coronel Hugh "Slip" Slater, ahora de 87 años, dirigió la base en aquella década.
"¡Eso es mucho avistamiento de ovni!", comentó Slater, quien detalló que los pilotos comerciales que daban parte de haberse cruzado con una extraña aeronave eran obligados "por el FBI a firmar informes en los que se les obligaba a no hacer público lo que habían visto".
A pesar de los esfuerzos de las agencias federales por silenciar estos avistamientos, la Fuerza Aérea terminó por crear el proyecto Blue Book para hacer constar cada caso.
El ingeniero Thornton "T.D." Barnes, de 72 años, encargado de proyectos especiales en el Área 51, reconoció que sí se realizaron trabajos para invertir la tecnología, pero "extranjera, incluida la del caza soviético MiG", no alienígena.
Asimismo, Barnes confirmó que formó parte del equipo que dio vida al programa de cohete nuclear Project NERVA, que se desarrolló bajo tierra, lo que sustentó otro de los mitos ligados al Área 51, de la que se decía que estaba llena de túneles.
"Tres instalaciones estaban conectadas por tren, pero todo lo demás era subterráneo", reveló Barnes. EFE
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