El anuncio de Google de dejar de acatar la censura en China desató una avalancha de mensajes de apoyo sobre la plataforma de Twitter.
La decisión de Google de dejar de acatar la censura en China provocó el martes debates apasionados entre los internautas del país comunista, con posturas que van de las críticas nacionalistas contra el gigante estadounidense de la informática a interrogantes sobre la libertad de expresión.
El anuncio de Google desató una avalancha de mensajes de apoyo sobre la plataforma de Twitter, censurada en China pero utilizada por voces críticas de la autoridades gracias a medios que les permiten esquivar el bloqueo.
"China es a partir de ahora el tercer país del mundo en no tener Google, después de Irán y Corea del Norte", lamentaba un usuario chino.
"En Twitter mucha gente apoya a Google", señaló Ai Weiwei, un artista contestatario que adoptó esta herramienta en su combate contra la censura impuesta por el gobierno comunista.
"La gente entiende que para Google, como empresa multinacional, era difícil tomar esa postura y que muchas empresas no habrían actuado de la misma manera".
"El hecho de que China refuerce su sistema de censura y control afecta los derechos más fundamentales a la libertad de expresión, lo que hace que la reacción de Google sea admirable", añadió Ai.
Por su parte, los internautas más nacionalistas volcaron sus pasiones contra el "enemigo" Google.
"Los imperialistas se van con el rabo entre las piernas", escribía un internauta en un foro de discusión en la página del Global Times, filial del Diario del Pueblo (órgano del Partido Comunista).
"Google tiene vínculos con los servicios de inteligencia estadounidenses", decía otro, retomando las acusaciones hechas por la agencia de noticias oficial China Nueva (Xinhua) durante el fin de semana.
"China puede contar con sus propias fuerzas: si no tenemos Google, igual podemos contar con Baidu y Soso", indicaba otra voz nacionalista, en referencia a los dos grandes motores de búsqueda chinos.
Opiniones más mesuradas, y a veces abiertamente críticas, pudieron sin embargo colarse en algunos de los principales sitios de internet, a pesar de la censura.
"La decisión de Google de retirarse lesiona la voluntad de apertura anunciada por China desde hace años", señalaba un internauta.
Otro usuario expresaba "tristeza" por la partida de Google en su micro-blog en Sina.com, un comentario que desaparecería rápidamente del portal de noticias.
En términos prácticos, según los expertos, la decisión de Google de trasladar su sede a Hong Kong no provocará ningún cambio para los 400 millones de internautas chinos.
"Las búsquedas ya no serán censuradas por Google, sino por la "Gran Muralla de Internet" (nombre dado a la censura china)", afirmó Kaiser Kuo, un consultor de Pekín especializado en asuntos de informática.
AFP
El anuncio de Google desató una avalancha de mensajes de apoyo sobre la plataforma de Twitter, censurada en China pero utilizada por voces críticas de la autoridades gracias a medios que les permiten esquivar el bloqueo.
"China es a partir de ahora el tercer país del mundo en no tener Google, después de Irán y Corea del Norte", lamentaba un usuario chino.
"En Twitter mucha gente apoya a Google", señaló Ai Weiwei, un artista contestatario que adoptó esta herramienta en su combate contra la censura impuesta por el gobierno comunista.
"La gente entiende que para Google, como empresa multinacional, era difícil tomar esa postura y que muchas empresas no habrían actuado de la misma manera".
"El hecho de que China refuerce su sistema de censura y control afecta los derechos más fundamentales a la libertad de expresión, lo que hace que la reacción de Google sea admirable", añadió Ai.
Por su parte, los internautas más nacionalistas volcaron sus pasiones contra el "enemigo" Google.
"Los imperialistas se van con el rabo entre las piernas", escribía un internauta en un foro de discusión en la página del Global Times, filial del Diario del Pueblo (órgano del Partido Comunista).
"Google tiene vínculos con los servicios de inteligencia estadounidenses", decía otro, retomando las acusaciones hechas por la agencia de noticias oficial China Nueva (Xinhua) durante el fin de semana.
"China puede contar con sus propias fuerzas: si no tenemos Google, igual podemos contar con Baidu y Soso", indicaba otra voz nacionalista, en referencia a los dos grandes motores de búsqueda chinos.
Opiniones más mesuradas, y a veces abiertamente críticas, pudieron sin embargo colarse en algunos de los principales sitios de internet, a pesar de la censura.
"La decisión de Google de retirarse lesiona la voluntad de apertura anunciada por China desde hace años", señalaba un internauta.
Otro usuario expresaba "tristeza" por la partida de Google en su micro-blog en Sina.com, un comentario que desaparecería rápidamente del portal de noticias.
En términos prácticos, según los expertos, la decisión de Google de trasladar su sede a Hong Kong no provocará ningún cambio para los 400 millones de internautas chinos.
"Las búsquedas ya no serán censuradas por Google, sino por la "Gran Muralla de Internet" (nombre dado a la censura china)", afirmó Kaiser Kuo, un consultor de Pekín especializado en asuntos de informática.
AFP
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