Restos muestran que niños fueron drogados con plantas alucinógenas como parte de un ritual que incluía el atado de manos y pies e, incluso, la remoción del corazón.
Un grupo de antropólogos estadounidenses realizó el hallazgo de lo que sería la evidencia más temprana del sacrificio ritual de niños, en la región andina de América del Sur.
El descubrimiento se realizó en el Cerro Cerillos, en Lambayeque, en donde cerca de 80 restos momificados fueron encontrados por el equipo de investigación de la Utah Valley University.
Los restos muestran que los niños fueron drogados con plantas alucinógenas como parte de un ritual que incluía el atado de manos y pies e, incluso, la remoción del corazón.
“Es tanto más de lo que se necesita para matar a una persona. La verdad que (lo que vimos) te eriza la piel”, reveló a la BBC el antropólogo Haagen Klaus.
Estudios iniciales demostraron que los cuerpos sacrificados de los niños fueron colocados primero en el desierto durante un mes para que se momificaran.
Además se encontraron restos de llamas, lo cual indica que estos animales fueron sacrificados bajo la creencia de que servirían de alimento para los niños en el más allá.
Según los científicos, los Mochicas, que ocuparon el desierto en la costa norte de Perú entre los años 900 y 1100 después de Cristo, eran unas de las pocas comunidades que sacrificaban a menores de edad.
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