El descubrimiento, según expertos, arrojará nuevos datos sobre la gramática maya, toda vez que muestra rasgos lingüísticos poco conocidos y aún por descifrar.
Expertos del Instituto de Antropología e Historia de México descubrieron en una zona arqueológica maya, en el estado sureño de Chiapas, una imagen modelada en estuco del jerarca maya más poderoso de la antigua urbe de Toniná y un muro con un texto glífico que incluye su nombre, informó hoy una fuente oficial.
Se trata de K"inich B"aaknal Chaahk, el sexto gobernante de los 14 hasta ahora conocidos que dirigieron la acrópolis maya de Toniná, indicó un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El descubrimiento, según los expertos del INAH, arrojará nuevos datos sobre la gramática maya, toda vez que muestra rasgos lingüísticos poco conocidos y aún por descifrar.
Este hallazgo se suma al de un sarcófago que recientemente descubrieron en este mismo lugar especialistas del INAH.
El muro data del año 708 después de Cristo (d.C.), fue detectado en el complejo arquitectónico llamado El Palacio, y corresponde a un par de habitaciones que también fueron descubiertas junto con un retrato en estuco de K"inich B"aaknal Chaahk, el soberano maya más poderoso de esta antigua urbe.
Juan Yadeun Angulo, coordinador del proyecto de conservación e investigación en Toniná, declaró que K"inich B"aaknal Chaahk fue el forjador de "uno de los señoríos militares más grandes de la historia maya hasta antes de la llegada de los mexicas a esta región".
Los cuartos abovedados del jerarca maya forman parte de El Palacio o Casa de las luciérnagas, un conjunto arquitectónico ubicado en la Acrópolis, la cual, con sus 320 metros de base y 63 de alto, constituye "una de las estructuras piramidales más grandes de México y del mundo".
Según los expertos, el muro, que también alude a escenas mitológicas, pudo servir para segregar a los visitantes que deseaban entrevistarse con el señor de Toniná.
Carlos Pallán Gayol, director del Acervo Jeroglífico e Iconográfico Maya (Ajimaya) del INAH, quien se ha dedicado al estudio de las imágenes y jeroglíficos de esta pared, dijo que la importancia del muro radica en que permite confirmar que El Palacio fue la sede del poder de K"inich B"aaknal Chaahk.
Entre las numerosas conquistas de este soberano destaca aquella que emprendió a manera de revancha contra Palenque, ciudad que había derrotado previamente a Toniná en 687 d.C.
Un año después, K"inich B"aaknal Chaahk asumió el mando de Toniná y tras años de consolidar su poderío militar, preparó un contraataque en el año de 711 d.C. que culminó con la victoria sobre Palenque.
Este y otros hechos lo convirtieron en un mandatario temido, cuya esfera de influencia alcanzó sitios tan distantes como la zona de Bonampak, señalaron los investigadores del INAH.
"Posiblemente el gobernante se sentaba detrás de este muro a fin de que dignatarios visitantes u otros personajes, pudieran entablar conversación con él, pero estableciendo claramente la diferencia de rangos. Él, K"inich B"aaknal Chaahk, era la personificación del poder político y poseía además un carácter sagrado", agregó Pallán Gayol.
EFE
Se trata de K"inich B"aaknal Chaahk, el sexto gobernante de los 14 hasta ahora conocidos que dirigieron la acrópolis maya de Toniná, indicó un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El descubrimiento, según los expertos del INAH, arrojará nuevos datos sobre la gramática maya, toda vez que muestra rasgos lingüísticos poco conocidos y aún por descifrar.
Este hallazgo se suma al de un sarcófago que recientemente descubrieron en este mismo lugar especialistas del INAH.
El muro data del año 708 después de Cristo (d.C.), fue detectado en el complejo arquitectónico llamado El Palacio, y corresponde a un par de habitaciones que también fueron descubiertas junto con un retrato en estuco de K"inich B"aaknal Chaahk, el soberano maya más poderoso de esta antigua urbe.
Juan Yadeun Angulo, coordinador del proyecto de conservación e investigación en Toniná, declaró que K"inich B"aaknal Chaahk fue el forjador de "uno de los señoríos militares más grandes de la historia maya hasta antes de la llegada de los mexicas a esta región".
Los cuartos abovedados del jerarca maya forman parte de El Palacio o Casa de las luciérnagas, un conjunto arquitectónico ubicado en la Acrópolis, la cual, con sus 320 metros de base y 63 de alto, constituye "una de las estructuras piramidales más grandes de México y del mundo".
Según los expertos, el muro, que también alude a escenas mitológicas, pudo servir para segregar a los visitantes que deseaban entrevistarse con el señor de Toniná.
Carlos Pallán Gayol, director del Acervo Jeroglífico e Iconográfico Maya (Ajimaya) del INAH, quien se ha dedicado al estudio de las imágenes y jeroglíficos de esta pared, dijo que la importancia del muro radica en que permite confirmar que El Palacio fue la sede del poder de K"inich B"aaknal Chaahk.
Entre las numerosas conquistas de este soberano destaca aquella que emprendió a manera de revancha contra Palenque, ciudad que había derrotado previamente a Toniná en 687 d.C.
Un año después, K"inich B"aaknal Chaahk asumió el mando de Toniná y tras años de consolidar su poderío militar, preparó un contraataque en el año de 711 d.C. que culminó con la victoria sobre Palenque.
Este y otros hechos lo convirtieron en un mandatario temido, cuya esfera de influencia alcanzó sitios tan distantes como la zona de Bonampak, señalaron los investigadores del INAH.
"Posiblemente el gobernante se sentaba detrás de este muro a fin de que dignatarios visitantes u otros personajes, pudieran entablar conversación con él, pero estableciendo claramente la diferencia de rangos. Él, K"inich B"aaknal Chaahk, era la personificación del poder político y poseía además un carácter sagrado", agregó Pallán Gayol.
EFE
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