Cuando inició Internet nadie se imaginó que las IP (dirección que identifica a cada computadora conectada a la red) llegarían a quedarse cortas en número.
Internet se ha vuelto una red con mayor capacidad luego de que la Sociedad de Internet implementara el IPV6, una versión más moderna del protocolo IP.
Cuando inició Internet nadie se imaginó que las IP (dirección que identifica a cada computadora conectada a la red) llegarían a quedarse cortas en número.
Por ello se pasó del IPv4, que permite un número limitado de estas direcciones, al IPv6. De esa forma se logra obtener una cantidad prácticamente infinitiva de combinaciones, más que suficiente para todos los dispositivos conectados del planeta.
A esto se suma la posibilidad de que cada usuario pueda enviar un mismo paquete de datos a más de un destinatario, siendo únicamente opcional con el IPv4.
¿Qué problemas enfrentaré?
En un inicio ninguno, pero una vez que se vaya adoptando progresivamente el nuevo protocolo IPv6 en nuevos dispositivos y servicios, solo se podrá acceder siempre que el terminal y el software estén actualizados con el nuevo protocolo.
En computadoras, Windows (Vista y 7), OS X (a partir de 10.6.5) y Ubuntu Linux lo tienen activado. En la parte móvil, Android y iOS (iPhone, iPad) no tendrán problema, sin embargo, los usuarios de Microsoft deberán esperar a la versión Windows Phone versión Apollo. Por su parte, los BlackBerry no notarán diferencia porque se conectan a la red a través de un sistema de "traducción" de direcciones IP.
Otro de los inconvenientes es la posibilidad de experimentar una conexión más lenta. Aún no se detalla mucho al respecto, pero según John Curran, presidente del Registro Americano de Números en Internet, "si se hace de forma correcta, no se notará una diferencia significativa en su día a día".
No fue una decisión sencilla
Este cambio de protocolo es una decisión que ha tomado tiempo en tomarse debido a que se requiere de un acuerdo entre los principales implicados para no afectar a los usuarios.
Entre ellos se encuentran los sitios web colgados en la red, las operadoras como que ofrecen el servicio de telefonía e internet, así como los fabricantes de routers domésticos, quienes habilitarán el nuevo estándar.
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