La ICANN sostiene que, a largo plazo, intentar que internet funcione en todas las lenguas será una oportunidad para los negocios y permitirá que empresas lleguen a nuevos mercados.
La posibilidad de escribir en chino o en árabe en la barra de direcciones de navegador en internet existe desde 2009, pero la inmensa mayoría de las páginas se limitan a caracteres latinos, lamenta la ICANN, organización encargada de hacer el listado de nombres de la red. "Aunque la mitad de la población mundial usa hoy internet, es una élite. Son personas que viven en la ciudad y tienen ingresos", dice a la AFP Goran Marby, que dirige esta organización sin ánimo de lucro con sede en California.
"¿No se debería dar a la gente la oportunidad de usar sus propios alfabetos, sus propios teclados y contar sus propias historias?", se pregunta. La Corporación para la Asignación de nombres y números en internet (ICANN, por sus siglas en inglés) vela porque cuando la dirección de una página web se escribe en el navegador, el ordenador encuentra su camino para descargarla.
Teóricamente, es posible usar 150 lenguas diferentes, incluidos alfabetos menos conocidos como los jeroglíficos del antiguo Egipto, para cargar una página. Pero en general, la red es bastante hermética ante alfabetos que no sean el latino. Muchas páginas estadounidenses, por ejemplo, no autorizan una compra o no permiten abonarse a una 'newsletter' si el correo electrónico está escrito en tamil o en hebreo.
Entre las 1.000 páginas en internet más visitadas del mundo, solo 11% acepta direcciones de correo electrónico en chino o en árabe en sus formularios de contacto, concluyó el año pasado un consorcio de organizaciones del que ICANN forma parte.
Desde su concepción
El problema no se restringe los países occidentales. En China, por ejemplo, la aplicación de mensajes más popular WeChat no reconoce las direcciones de correo electrónico en caracteres chinos. Y como las direcciones web en 'pinyin', la transcripción fonética del chino mandarín son difíciles de memorizar, es normal que las páginas usen cifras como direcciones. Un ejemplo es la página de citas en línea 5201314.com (en mandarín, la cifra 520 suena parecido a "te amo").
En otro continente, la posibilidad de crear una dirección de correo electrónico usando el alfabeto árabe nunca "se le había pasado por la cabeza" a Hadir al Shater, que trabaja en el sector de las finanzas en El Cairo. "El objetivo es poder comunicar con el resto del mundo y por desgracia el árabe no es muy práctico en internet", dice esta mujer.
Para Goran Marby, el origen del problema es que internet, tal y como la conocemos, es resultado del trabajo de ingenieros estadounidenses y europeos y por tanto ha beneficiado de manera desproporcionada a los que saben leer y escribir lenguas latinas o anglosajonas. "Pensamos que es importante que la idea primitiva de internet, que era conectar a la gente, no se olvide", dijo.
¿Una oportunidad económica?
Pese a todo ha habido progresos. Desde 2014, los usuarios del servicio de mensajes Gmail de Google pueden intercambiar mensajes con personas que usan caracteres no latinos. En Rusia, un 40% de las empresas tiene una versión de su página en internet con un dominio de primer nivel, es decir, ".com" o ".org", en cirílico (el primero es ".рф").
Pero, aunque la mayoría de los servicios en línea del país autorizan las direcciones de correo electrónico en alfabeto ruso, la parte situada antes de la arroba está generalmente escrita en alfabeto latino, reconoce la organización rusa que gestiona los nombres en internet. A largo plazo, considera Goran Marby, intentar que internet funcione en todas las lenguas será una oportunidad para los negocios y permitirá que empresas lleguen a nuevos mercados.
"Pero queda trabajo por hacer con aquellos que desarrollan los programas informáticos y fabrican material. No es algo que vayamos a hacer en seis meses. Esto va a llevar años", prevé.
- Con información de AFP -
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