Científicos calculan que su volumen podría ser superior al agua que contienen los Grandes Lagos, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
El volumen de las moléculas de agua contenidas en los minerales lunares es mucho mayor de lo que se creía hasta ahora, aseguró un estudio que publica hoy la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Al cuantificarla, los científicos del Laboratorio Geofísico de la Institución Carnegie, calcularon que su volumen podría ser superior al agua que contienen los Grandes Lagos, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
Agregaron que sus estudios determinaron que el líquido que es crucial para el desarrollo de la vida como la conocemos en la Tierra estuvo presente en las primeras etapas de la formación del satélite natural y no desapareció totalmente cuando el magma candente comenzó a enfriarse y a cristalizarse.
"Durante más de 40 años pensamos que la Luna era absolutamente seca", señaló Francis McCubbin, principal autor del estudio en un boletín publicado hoy sobre el informe en el sitio de la NASA en internet.
"En nuestro estudio hemos centrado nuestra atención en el hidroxilo, una molécula compuesta por un átomo de oxígeno y uno de hidrógeno, y en la apatita, un mineral que contiene agua".
Los astronautas de las misiones Apolo de la NASA trajeron muestras de ese mineral encontradas en la superficie del satélite natural. También ha sido detectado en un meteorito de procedencia lunar.
Según la mayoría de los científicos, la Luna se formó como resultado del impacto de un cuerpo del tamaño de Marte sobre la superficie de la Tierra hace unos 4.500 millones de años.
El impacto lanzó hacia la órbita terrestre un cuerpo de magma candente que en última instancia se convirtió en lo que es ahora la Luna.
En ese proceso, el agua contenida en el magma desapareció en el vacío cósmico o quedó preservada en la forma de moléculas de hidroxilo de los minerales cristalizados.
Los científicos realizaron pruebas para determinar la existencia de ese hidroxilo en los minerales de apatita y combinaron esas mediciones con modelos que trataron de repetir la forma en que el material se cristalizó en la etapa de enfriamiento lunar.
Estudios anteriores habían determinado la existencia de agua en otros minerales lunares, pero según la última investigación, la proporción de agua en la forma de hidroxilo fue el doble de lo que se creía hasta ahora.
La identificación de agua en diversos tipos de rocas lunares indica que el líquido puede existir en bajas concentraciones, pero en muchos lugares del interior de la Luna, señaló el comunicado de la NASA.
Según Bradley Joliff, científico de la Universidad de Washington, las concentraciones de hidroxilo en los minerales de apatita son muy bajas y hasta ahora había sido casi imposible detectarlas.
Pero ahora, una vez constatada su existencia y su proporción "podemos finalmente considerar las implicaciones y el origen del agua en el interior de la Luna", señaló.
EFE
Al cuantificarla, los científicos del Laboratorio Geofísico de la Institución Carnegie, calcularon que su volumen podría ser superior al agua que contienen los Grandes Lagos, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
Agregaron que sus estudios determinaron que el líquido que es crucial para el desarrollo de la vida como la conocemos en la Tierra estuvo presente en las primeras etapas de la formación del satélite natural y no desapareció totalmente cuando el magma candente comenzó a enfriarse y a cristalizarse.
"Durante más de 40 años pensamos que la Luna era absolutamente seca", señaló Francis McCubbin, principal autor del estudio en un boletín publicado hoy sobre el informe en el sitio de la NASA en internet.
"En nuestro estudio hemos centrado nuestra atención en el hidroxilo, una molécula compuesta por un átomo de oxígeno y uno de hidrógeno, y en la apatita, un mineral que contiene agua".
Los astronautas de las misiones Apolo de la NASA trajeron muestras de ese mineral encontradas en la superficie del satélite natural. También ha sido detectado en un meteorito de procedencia lunar.
Según la mayoría de los científicos, la Luna se formó como resultado del impacto de un cuerpo del tamaño de Marte sobre la superficie de la Tierra hace unos 4.500 millones de años.
El impacto lanzó hacia la órbita terrestre un cuerpo de magma candente que en última instancia se convirtió en lo que es ahora la Luna.
En ese proceso, el agua contenida en el magma desapareció en el vacío cósmico o quedó preservada en la forma de moléculas de hidroxilo de los minerales cristalizados.
Los científicos realizaron pruebas para determinar la existencia de ese hidroxilo en los minerales de apatita y combinaron esas mediciones con modelos que trataron de repetir la forma en que el material se cristalizó en la etapa de enfriamiento lunar.
Estudios anteriores habían determinado la existencia de agua en otros minerales lunares, pero según la última investigación, la proporción de agua en la forma de hidroxilo fue el doble de lo que se creía hasta ahora.
La identificación de agua en diversos tipos de rocas lunares indica que el líquido puede existir en bajas concentraciones, pero en muchos lugares del interior de la Luna, señaló el comunicado de la NASA.
Según Bradley Joliff, científico de la Universidad de Washington, las concentraciones de hidroxilo en los minerales de apatita son muy bajas y hasta ahora había sido casi imposible detectarlas.
Pero ahora, una vez constatada su existencia y su proporción "podemos finalmente considerar las implicaciones y el origen del agua en el interior de la Luna", señaló.
EFE
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