Ricardo Baeza-Yates, director de investigación de Yahoo! en Barcelona y Santiago, se muestra optimista pese a problemas para manejar crecimiento de la web.
"La web es un reflejo de la sociedad. Permite amplificarla, pero nada más. Es más rica, más compleja. Y desde luego caótica. Desde el principio fue así, pero ahora cada vez es más grande", señaló Ricardo Baeza-Yates, director de investigación de Yahoo! en Barcelona y Santiago de Chile durante la última jornada del World Wide Web 2009 en Madrid, que estuvo marcada por la incertidumbre ante el poder anárquico de la web.
"Hay lógica en todo esto, pero no la entendemos. Todavía no. ¿Cómo funcionan los millones de personas que manejan la web? Sabemos algunos de sus incentivos, pero no entendemos por qué el Flickr (gestor de fotos de Yahoo!) tiene éxito y otros tantos "flickrs" no", explica Baeza-Yates.
Internet triunfó como la gran base de datos. Hoy en día, su credibilidad como fuente está empañada por la saturación informativa. Después, llegó la generación del sistema de intercambio de archivos peer to peer (P2P) y la consiguiente revolución de la industria del entretenimiento.
Ahora, son las redes sociales, con Facebook, MySpace y Twitter a la cabeza, las que imponen su hegemonía en la red, desbancando a los contenidos pornográficos y al e-mail en número de consultas y siendo, además, todo un reto técnico para las operadoras telefónicas.
Por su parte, Pablo Rodríguez, director científico de Telefónica I+D, quien estuvo a cargo de la ponencia, "La infraestructura de la web para el siglo XXI" dijo que "hay limitaciones en la tecnología actual que tenemos que ir solventando en función de las demandas del usuario. La revolución social del Facebook ha multiplicado la complejidad técnica. Ahora, cuando el navegante envía un mensaje, llega, en efecto cascada, a todos sus amigos".
La hiperactividad social virtual ha cambiado las perspectivas de la investigación. "Es en realidad una virtud. Más opiniones es igual a más innovación. Se acabó la investigación a puertas cerradas. Pasamos del "wisdom of the few" (sabiduría de unos pocos) a "wisdom of the crowd" (sabiduría de la multitud)", según Rodríguez.
Pero la multitud puede colapsar la red, como se teme por el fenómeno "Cloud" (nube) o lo que es lo mismo: el traspaso del disco duro del ordenador con todos los datos del usuario a la web, con el fin de poder acceder a él siempre que haya conexión a internet.
Este fenómeno, mientras hace menos relevante la capacidad del ordenador personal, "es un reto para internet, porque tiene que responder con capacidad de procesamiento de la información, velocidad de gestión", según Rodríguez, y a la dimensión para almacenar fotografías, vídeos, documentos y un sinfín de archivos de millones de usuarios.
A pesar de esta saturación informativa, Baeza-Yates se muestra optimista con la evolución exponencial de la red. "Hay problemas puntuales de escalabilidad (capacidad de manejar el crecimiento) en algunos países, pero si hay dinero para invertir, se pueden solucionar", asegura.
"Hay lógica en todo esto, pero no la entendemos. Todavía no. ¿Cómo funcionan los millones de personas que manejan la web? Sabemos algunos de sus incentivos, pero no entendemos por qué el Flickr (gestor de fotos de Yahoo!) tiene éxito y otros tantos "flickrs" no", explica Baeza-Yates.
Internet triunfó como la gran base de datos. Hoy en día, su credibilidad como fuente está empañada por la saturación informativa. Después, llegó la generación del sistema de intercambio de archivos peer to peer (P2P) y la consiguiente revolución de la industria del entretenimiento.
Ahora, son las redes sociales, con Facebook, MySpace y Twitter a la cabeza, las que imponen su hegemonía en la red, desbancando a los contenidos pornográficos y al e-mail en número de consultas y siendo, además, todo un reto técnico para las operadoras telefónicas.
Por su parte, Pablo Rodríguez, director científico de Telefónica I+D, quien estuvo a cargo de la ponencia, "La infraestructura de la web para el siglo XXI" dijo que "hay limitaciones en la tecnología actual que tenemos que ir solventando en función de las demandas del usuario. La revolución social del Facebook ha multiplicado la complejidad técnica. Ahora, cuando el navegante envía un mensaje, llega, en efecto cascada, a todos sus amigos".
La hiperactividad social virtual ha cambiado las perspectivas de la investigación. "Es en realidad una virtud. Más opiniones es igual a más innovación. Se acabó la investigación a puertas cerradas. Pasamos del "wisdom of the few" (sabiduría de unos pocos) a "wisdom of the crowd" (sabiduría de la multitud)", según Rodríguez.
Pero la multitud puede colapsar la red, como se teme por el fenómeno "Cloud" (nube) o lo que es lo mismo: el traspaso del disco duro del ordenador con todos los datos del usuario a la web, con el fin de poder acceder a él siempre que haya conexión a internet.
Este fenómeno, mientras hace menos relevante la capacidad del ordenador personal, "es un reto para internet, porque tiene que responder con capacidad de procesamiento de la información, velocidad de gestión", según Rodríguez, y a la dimensión para almacenar fotografías, vídeos, documentos y un sinfín de archivos de millones de usuarios.
A pesar de esta saturación informativa, Baeza-Yates se muestra optimista con la evolución exponencial de la red. "Hay problemas puntuales de escalabilidad (capacidad de manejar el crecimiento) en algunos países, pero si hay dinero para invertir, se pueden solucionar", asegura.
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