Científicos de la Universidad de Oregon encontraron que las hormigas con las mandíbulas más desgastadas, realizan la tarea de llevar hojas.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Oregon, que estudiaban los hábitos de las hormigas, descubrieron que a medida estos insectos envejecen, sus mandíbulas dejan de ser resistentes, por lo que se “retiran” del trabajo más pesado.
Los insectos más viejos y pertenecientes al espécimen denominado “granjeros”, dejan de cortar hojas, por lo que asumen tareas asociadas al transporte
Una observación más detallada reveló que, aquellas hormigas cuyas mandíbulas se encontraban completamente desgastadas, cambiaban de trabajo en la cadena de montaje: dejaban la tarea de cortar hojas a sus compañeras más jóvenes, mientras que ellas asumían la función de arrastrar la hoja en su largo camino al hormiguero.
El desgaste de las mandíbulas de la hormiga cortadora es enorme, por lo que hubiera tenido que utilizar del doble de energía y tiempo en cortar hojas, que un ejemplar que acababa de salir de la crisálida, cuando es totalmente joven y tiene mandíbulas perfectas y afiladas, finaliza el estudio.
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