Científicos examinaron los patrones de extinción de diversos fósiles y los comparó con los riesgos naturales que enfrentan los animales en los océanos hoy en día.
Determinadas regiones de los trópicos, particularmente en el Caribe y el Pacífico, y especies como las ballenas y delfines, son las más vulnerables a registrar tasas más altas de extinción, de acuerdo con una investigación científica que analizó fósiles de hace 23 millones de años.
La investigación, liderada por Universidad de Berkeley (California, EE.UU.) y publicada en la revista Science, examinó los patrones de extinción de diversos fósiles y los comparó con los riesgos naturales que enfrentan los animales en los océanos hoy en día.
A ellos, el estudio suma los riesgos añadidos por la actividad humana como la pesca, polución, destrucción de hábitat o cambio climático.
"Nuestro objetivo era diagnosticar qué especies son vulnerables en el mundo moderno, utilizando el pasado como guía", explicó Seth Finnegan, autor principal y profesor asistente de Biología de la Universidad de Berkeley.
Las áreas con especial vulnerabilidad resultaron regiones de alta biodiversidad en los trópicos, como el Indo-Pacífico y el Caribe, además de la Antártica, que acoge gran cantidad de especies únicas.
Por lo que se refiere a las especies, los científicos hallaron que los mamíferos marinos tienen más probabilidades que los moluscos de extinguirse, mientras que ballenas, delfines y focas muestran mayor riesgos que los tiburones o invertebrados como los corales.
"Es muy difícil detectar extinciones en los océanos modernos, pero los fósiles pueden arrojar luz. Nuestros hallazgos pueden ayudarnos a dar prioridad a algunas áreas y especies que pueden estar en mayor riesgo de extinción y requieran atención adicional", agregó Sean Anderson, biólogo conservacionista e investigador de Universidad Simon Fraser, de la Columbia Británica (Canadá).
El estudio analizó 2.397 fósiles de hace más de 23 millones de años.
EFE
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