Simonyi será el último participante no profesional en un vuelo espacial, después de que se anunciara la intención de suspender los viajes turísticos al espacio.
Charles
Simonyi, que trabajó en Microsoft desde sus orígenes y tiene una fortuna estimada en mil millones de dólares (casi 737 millones de euros), ha pagado unos 35 millones de dólares por el viaje. (Foto:EFE)
Simonyi, millonario estadounidense de origen húngaro, se convirtió hoy en el primer turista espacial que viaja por segunda vez a la Estación Espacial Internacional (EEI).
El magnate de la informática, de 60 años, viaja a bordo de la nave rusa "Soyuz TMA-14", que fue lanzada a las 11.49 GMT desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) rumbo a la EEI, junto con el cosmonauta ruso Guennadi Padalka y el astronauta estadounidense Michael Barrat.
Simonyi será el último participante no profesional en un vuelo espacial, después de que la Agencia Aeroespacial Rusa, Roscosmos, anunciara su intención de suspender los viajes turísticos al espacio.
En adelante, todas las plazas de las naves Soyuz estarán destinadas a astronautas profesionales de los países socios de la EEI.
La Agencia Roscosmos promovió los viajes turísticos al espacio con el fin de "generar un alto volumen de tráfico para reducir los elevados costes de los lanzamientos".
Además de Simonyi, han viajado a la EEI cinco "turistas", de ellos una mujer, todos acaudalados empresarios que pagaron cada uno entre 20 y 25 millones de dólares.
Simonyi, que trabajó en Microsoft desde sus orígenes y tiene una fortuna estimada en mil millones de dólares (casi 737 millones de euros), ha pagado unos 35 millones de dólares (25,7 millones de euros) por su segundo viaje, diez millones más que para el que hizo en abril de 2007.
Durante los doce días de estancia en la EEI -en 2007 estuvo trece días-, Simonyi trazará un plano de la contaminación radiactiva de la plataforma orbital y estudiará los efectos de los vuelos espaciales sobre la osteoporosis y los dolores de espalda.
EFE
Comparte esta noticia