Los grandes bloques de hielo continúan su marcha a una velocidad de 1.5 kilómetros por hora hacia al isla de Stewart en el extremo sur de la costa neozelandesa.
Más de cien icebergs, que en su mayoría miden 200 metros de longitud y 30 metros de altura, avanzan hacia Nueva Zelanda, según imágenes de satélite.
Los grandes bloques de hielo continúan su marcha por el mar a una velocidad de 1.5 kilómetros por hora hacia al isla de Stewart en el extremo sur de la costa neozelandesa.
La presencia de los icebergs supone una amenaza para los barcos que circulan por la zona, informaron fuentes oficiales.
Aunque estas aguas no son una ruta marítima habitual, las autoridades han emitido un aviso a todas las embarcaciones tanto comerciales como de pasajeros para que estén alerta ante los icebergs.
Los bloques de hielo pueden provocar graves daños al casco de un buque puesto que el 90 por ciento de su masa no se ve desde la superficie.
Los icebergs fueron avistados por primera vez hace dos semanas por el puesto de observación permanente de Australia en la isla de Macquarie.
A medida que los icebergs se acerquen a la costa, representarán una mayor amenaza para los barcos, pero también se empezarán a derretir por la mayor temperatura del agua, por lo que la mayoría no llegará a tierra firme.
Esto fue lo que ocurrió en 2006, cuando varios bloques de hielo se deshicieron a apenas 25 kilómetros del sur de Nueva Zelanda y otros fueron arrastrados hacia el oeste por la corriente.
Previamente, este fenómeno se había registrado por última vez en 1931.
Los científicos sospechan que los icebergs se desprendieron hace casi una década de la meseta helada del Mar de Ross en la Antártida, del tamaño de Francia.
Los grandes bloques de hielo continúan su marcha por el mar a una velocidad de 1.5 kilómetros por hora hacia al isla de Stewart en el extremo sur de la costa neozelandesa.
La presencia de los icebergs supone una amenaza para los barcos que circulan por la zona, informaron fuentes oficiales.
Aunque estas aguas no son una ruta marítima habitual, las autoridades han emitido un aviso a todas las embarcaciones tanto comerciales como de pasajeros para que estén alerta ante los icebergs.
Los bloques de hielo pueden provocar graves daños al casco de un buque puesto que el 90 por ciento de su masa no se ve desde la superficie.
Los icebergs fueron avistados por primera vez hace dos semanas por el puesto de observación permanente de Australia en la isla de Macquarie.
A medida que los icebergs se acerquen a la costa, representarán una mayor amenaza para los barcos, pero también se empezarán a derretir por la mayor temperatura del agua, por lo que la mayoría no llegará a tierra firme.
Esto fue lo que ocurrió en 2006, cuando varios bloques de hielo se deshicieron a apenas 25 kilómetros del sur de Nueva Zelanda y otros fueron arrastrados hacia el oeste por la corriente.
Previamente, este fenómeno se había registrado por última vez en 1931.
Los científicos sospechan que los icebergs se desprendieron hace casi una década de la meseta helada del Mar de Ross en la Antártida, del tamaño de Francia.
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