Gran parte del tráfico de la red Mega provenía de países como Argentina y México por los enlaces que colocaban Taringa! y Cuevana de los servidores de Megaupload.
La caída de Megaupload generó conmoción inmediata entre los usuarios de Internet del mundo, pero particularmente llamó la atención cómo reaccionaron los internautas de América Latina, donde su cierre fue trending topic de Twitter por más de dos días.
Esta identificación de la región con el sitio para compartir archivos se explica por una sencilla razón: gran parte del tráfico de la red Mega provenía de países como México y Argentina, donde Megaupload era la décimo octava página más popular. Además, ocho de las doce naciones donde el portal se ubicaba entre las 30 más visitadas son precisamente de Latinoamérica, cuando en Estados Unidos quedaba relegada al lugar 256, de acuerdo al medidor Alexa. En el caso peruano era la número 20.
El rol de Taringa! y Cuevana
Bram Van Der Kolk, jefe de programación de Megaupload, informó meses antes de su detención que entre agosto de 2010 y septiembre de 2011, el sitio argentino Taringa! había generado 72 millones de descargas de archivos de todo tipo desde Megaupload, sorprendiendo a sus compañeros de trabajo.
Durante su apogeo, Taringa! llegó a tener un flujo de seis millones de visitas al día por compartir archivos de películas y música, alojados principalmente en los servidores de la red Mega.
Del mismo modo hizo su aparición la también argentina Cuevana, una página especializada en compartir una gran cantidad de películas y series a partir de enlaces de Megaupload.
Hasta antes de Cuevana era difícil ubicar archivos en la página de Kim Schmitz, pero el sitio fundado por Tomás Escobar facilitó el trabajo y permitió ver el material con subtítulos a sus dos millones de usuarios de todos los días.
En suma, gracias a la popularidad de Taringa! y Cuevana es que Megaupload se hizo una marca reconocida en América Latina. Entonces cabe preguntarse si la región avala la piratería, encontrando respuesta de algunos especialistas.
“No creo que en América Latina haya una aceptación generalizada de la piratería. Sí hay una necesidad de modernizar las vetustas leyes de propiedad intelectual”, dijo Eduardo Bertino, director del Centro de Estudios en Libertad de Expresión y Acceso la Información de la Universidad de Palermo, a la BBC.
Mientras que Lorenzo Villegas, consultor de comunicaciones y exdirector ejecutivo de la Comisión de Regulación de Comunicaciones de Colombia, señaló que no hay una predisposición de los latinoamericanos a buscar contenidos piratas, pero sí una tolerancia que se explica por los costos de un material original y por el desconocimiento de que las operaciones de Megaupload eran ilegales.
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