FLEX obedece a las siglas en inglés del proyecto Experimento de Extinción de Llamas, cuyo objetivo es entender mejor los fundamentos de las llamas en gravedad cero.
Un incendio en el espacio puede ser un problema aún mayor que en la Tierra, donde con un poco de agua y productos químicos se puede sofocar, por eso la NASA celebra este lunes los 200 experimentos que desde 2009 ha realizado con el programa FLEX.
FLEX obedece a las siglas en inglés del proyecto Experimento de Extinción de Llamas, cuyo objetivo es entender mejor los fundamentos de las llamas en gravedad cero y la mejor manera de extinguir un fuego en el espacio.
Lejos del campo gravitatorio, donde no existe el concepto de arriba y abajo, las llamas se comportan de manera poco convencional y cuando los astronautas están sujetos a vivir en un espacio reducido como la Estación Espacial Internacional saber apagar un fuego con rapidez, por pequeño que sea, puede ser cuestión de vida o muerte, apunta la NASA.
Cuando una llama arde en la Tierra, los gases calientes suben creando un flujo flotante que atrae al oxígeno a la llama y se produce la combustión fuera de ella, pero en el espacio los gases calientes no se elevan y la difusión molecular impulsa el comportamiento del fuego.
"Esperamos conseguir un mejor conocimiento de la quema, mejorar la seguridad contra incendios en las naves e ideas para una utilización más eficiente de los combustibles líquidos en la Tierra", señaló el investigador principal de FLEX Forman Williams, de la Universidad de California en San Diego.
La NASA subraya que cuanto mejor se conozcan los principios físicos de la combustión en el espacio, mejor se podrá controlar y diseñar los procesos de energía eficiente.
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