La unión de la estación Alfa y la Soyuz ocurrió a las 22.48 GMT, cuando ambas naves flotaban en la ingravidez espacial a unos 400 kilómetros al este de Río de Janeiro (Brasil)
La nave rusa Soyuz TMA-17 se acopló hoy a la Estación Espacial Internacional (EEI) en una misión para aumentar la tripulación del complejo que orbita la Tierra a casi 400 kilómetros de altura.
La unión de la estación Alfa y la Soyuz ocurrió a las 22.48 GMT, cuando ambas naves flotaban en la ingravidez espacial a unos 400 kilómetros al este de Río de Janeiro (Brasil), informó el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston (Texas, EE.UU.).
"Ha sido una aproximación y un acoplamiento impecables", agregó.
Los nuevos inquilinos del orbitador que pasaron a integrar la Expedición 22 de la EEI, son el estadounidense Timothy J. Creamer, el cosmonauta ruso Oleg Kotov y el astronauta Soichi Noguchi, de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón.
El trío, que se sumó a la tripulación actual formada por el ruso Maxim Suráyev y el estadounidense Jeff Williams, partió el domingo pasado desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán.
Kotov ya estuvo en la EEI durante medio año en 2007, al igual que Noguchi, quien visitó la estación en 2005 en el transbordador Discovery, mientras que para Creamer esta es su primera expedición espacial.
Durante los 162 días que permanecerán en la EEI, sus cinco inquilinos realizarán unos 40 experimentos y recibirán en la órbita tres cargueros rusos y dos transbordadores estadounidenses, uno de los cuales transportará a la estación espacial el módulo científico ruso, MIM-1.
El jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Anatoli Perminov, recordó el domingo pasado que los expedicionarios de la EEI recibirán el Año Nuevo 16 veces, tantas como vueltas a la Tierra dará la estación.
Según la agencia oficial Itar-Tass, para festejar la llegada de 2010, el astronauta japonés agasajará a sus compañeros con un "sushi espacial", para lo cual lleva a la plataforma orbital todos los ingredientes necesarios,
"Como emisarios de Santa Claus y de su hermano ruso Died Moroz (Abuelo Frío), en la Soyuz llevamos a la estación un saco de regalos", dijo Kotov, quien recordó que en la EEI ya hay un pequeño árbol de Navidad artificial.
EFE
La unión de la estación Alfa y la Soyuz ocurrió a las 22.48 GMT, cuando ambas naves flotaban en la ingravidez espacial a unos 400 kilómetros al este de Río de Janeiro (Brasil), informó el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston (Texas, EE.UU.).
"Ha sido una aproximación y un acoplamiento impecables", agregó.
Los nuevos inquilinos del orbitador que pasaron a integrar la Expedición 22 de la EEI, son el estadounidense Timothy J. Creamer, el cosmonauta ruso Oleg Kotov y el astronauta Soichi Noguchi, de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón.
El trío, que se sumó a la tripulación actual formada por el ruso Maxim Suráyev y el estadounidense Jeff Williams, partió el domingo pasado desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán.
Kotov ya estuvo en la EEI durante medio año en 2007, al igual que Noguchi, quien visitó la estación en 2005 en el transbordador Discovery, mientras que para Creamer esta es su primera expedición espacial.
Durante los 162 días que permanecerán en la EEI, sus cinco inquilinos realizarán unos 40 experimentos y recibirán en la órbita tres cargueros rusos y dos transbordadores estadounidenses, uno de los cuales transportará a la estación espacial el módulo científico ruso, MIM-1.
El jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Anatoli Perminov, recordó el domingo pasado que los expedicionarios de la EEI recibirán el Año Nuevo 16 veces, tantas como vueltas a la Tierra dará la estación.
Según la agencia oficial Itar-Tass, para festejar la llegada de 2010, el astronauta japonés agasajará a sus compañeros con un "sushi espacial", para lo cual lleva a la plataforma orbital todos los ingredientes necesarios,
"Como emisarios de Santa Claus y de su hermano ruso Died Moroz (Abuelo Frío), en la Soyuz llevamos a la estación un saco de regalos", dijo Kotov, quien recordó que en la EEI ya hay un pequeño árbol de Navidad artificial.
EFE
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