El ilustre peruano, que nació a 140 años, inventó el motor a propulsión con combustible líquido a finales del siglo XIX.
Si bien se consideró por mucho tiempo a Alemania como la cuna de la astronáutica, el nombre del arequipeño ha recobrado importancia con nuevas investigaciones. En julio de 1928, Max Valier y Hermann Oberth crearon la Sociedad Astronáutica Alemana, donde buscaban hacer realidad los postulados de Oberth y construir un motor de combustible líquido. Cuatro meses después, recibieron la noticia que El Comercio publicó una carta de Paulet, en la cual indicaba que había hecho funcionar un motor de este tipo, descubierto un combustible y diseñado una nave especial hace nada menos que 30 años.
El Avión Torpedo, que protagoniza el doodle que Google le dedicó hace 3 años, fue concebido en 1902 y fue rebautizado como Autobólido en los años 40, este lo convirtió en el pionero mundial de la era espacial. El avión contaba con un ala delta pivotante con varios motores-cohete en la base. Con la punta hacia arriba, despegaría verticalmente. Al girar el ala, se desplazaría en forma horizontal. De nuevo en posición vertical, el descenso sería cómodo.
En 1927, el científico era cónsul peruano en la ciudad de Rotterdam. Luego de recibir educación francesa en la Ciudad Blanca, migró al país galo a los 20 años, en París estudió ingeniería y arquitectura. Al entrar a la carrera diplomática recorrió el mundo.
Gracias a la carta enviada al periódico peruano, Paulet ganó cierto reconocimiento. Luego de cooperar con estudiosos alemanes, particularmente Wernher von Braun, este se separó al negarse a hacer misiles con su motor.
Paulet pasó sus últimos días en Argentina como diplomático. Murió en 1945, año en el que Estados Unidos capturó a Von Braun y lo empleó en sus ambiciones astronáuticas. El alemán lo citó en su libro Historia Mundial de la Astronáutica, publicado en 1966.
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