Prácticamente es imposible que Google abandone China por las pérdidas que esto ocasionaría, aseguraron analistas locales.
Pekín espera más información de la multinacional de internet Google, tras el comunicado en el que anunció que no cederá a la censura, incluso ante el riesgo de cerrar sus operaciones en China tras sufrir un ciberataque contra cuentas privadas de correo electrónico de disidentes políticos.
Un alto cargo de la Oficina de Información del Consejo de Estado (Ejecutivo) señaló hoy a la agencia oficial Xinhua que "es todavía difícil decir si Google va a abandonar China o no"
"Nadie sabe", señaló este funcionario que pidió anonimato.
La reacción se produce un día después de que David Drummond, jefe de la división legal de la empresa, señalara que estaban "revisando la viabilidad de sus operaciones en China" tras el ciberataque cometido desde el país asiático.
El subdirector del Centro de Denuncia de Información Ilegal en Internet declinó comentar a Xinhua sobre el asunto, de una gran repercusión por ser Google la primera multinacional que amenaza con no someterse a la censura del gobierno chino, una de las más sofisticadas del planeta.
Xinhua asegura que los 700 empleados de Google en China temen por sus puestos de trabajo, después de que esta mañana se les comunicara esta posibilidad en una reunión general en su sede en el país asiático.
A pesar de las declaraciones de Drummond, la versión china de Google (google.cn) todavía hoy restringía búsquedas "de acuerdo con las leyes locales", es decir, sobre contenidos molestos para el régimen: derechos humanos, disidencia política, represión en Tíbet y Xinjiang o la masacre de Tiananmen de 1989, entre otros.
En su comunicado de ayer, Drummond se mostró abierto a negociar con el gobierno chino unas condiciones operativas más favorables, pero según Xinhua, la mayoría de empleados se muestran pesimistas sobre la posibilidad de que se alcance un acuerdo.
Analistas locales estiman que es prácticamente imposible que Google abandone China, por las grandes pérdidas que ocasionaría a la firma, o que Pekín elimine sus mecanismos censores.
A pesar de la censura, China cuenta con la mayor comunidad de usuarios de Internet del mundo, con casi 380 millones a finales de 2009, un sector dominado en un 60 por ciento por la compañía local Baidu, frente al 30 por ciento de Google.
La amenaza de Google ha sido muy bien recibida entre organizaciones de derechos humanos, que consideran este paso como "un anuncio sin precedentes", según Human Rights Watch (HRW).
"Es un paso importante para proteger los derechos humanos on-line", después de que tanto Google como otras 20 firmas de internet hayan recibido ciberataques similares.
"Un ataque transnacional contra la privacidad es algo escalofriante, y la respuesta de Google supone un buen ejemplo", señaló Arvind Ganesan, director del programa de derechos humanos en corporaciones de HRW, en un comunicado.
"Al mismo tiempo, este incidente subraya la necesidad que gobiernos y empresas desarrollen políticas que salvaguarden estos derechos", concluyó Ganesan.
-EFE-
Un alto cargo de la Oficina de Información del Consejo de Estado (Ejecutivo) señaló hoy a la agencia oficial Xinhua que "es todavía difícil decir si Google va a abandonar China o no"
"Nadie sabe", señaló este funcionario que pidió anonimato.
La reacción se produce un día después de que David Drummond, jefe de la división legal de la empresa, señalara que estaban "revisando la viabilidad de sus operaciones en China" tras el ciberataque cometido desde el país asiático.
El subdirector del Centro de Denuncia de Información Ilegal en Internet declinó comentar a Xinhua sobre el asunto, de una gran repercusión por ser Google la primera multinacional que amenaza con no someterse a la censura del gobierno chino, una de las más sofisticadas del planeta.
Xinhua asegura que los 700 empleados de Google en China temen por sus puestos de trabajo, después de que esta mañana se les comunicara esta posibilidad en una reunión general en su sede en el país asiático.
A pesar de las declaraciones de Drummond, la versión china de Google (google.cn) todavía hoy restringía búsquedas "de acuerdo con las leyes locales", es decir, sobre contenidos molestos para el régimen: derechos humanos, disidencia política, represión en Tíbet y Xinjiang o la masacre de Tiananmen de 1989, entre otros.
En su comunicado de ayer, Drummond se mostró abierto a negociar con el gobierno chino unas condiciones operativas más favorables, pero según Xinhua, la mayoría de empleados se muestran pesimistas sobre la posibilidad de que se alcance un acuerdo.
Analistas locales estiman que es prácticamente imposible que Google abandone China, por las grandes pérdidas que ocasionaría a la firma, o que Pekín elimine sus mecanismos censores.
A pesar de la censura, China cuenta con la mayor comunidad de usuarios de Internet del mundo, con casi 380 millones a finales de 2009, un sector dominado en un 60 por ciento por la compañía local Baidu, frente al 30 por ciento de Google.
La amenaza de Google ha sido muy bien recibida entre organizaciones de derechos humanos, que consideran este paso como "un anuncio sin precedentes", según Human Rights Watch (HRW).
"Es un paso importante para proteger los derechos humanos on-line", después de que tanto Google como otras 20 firmas de internet hayan recibido ciberataques similares.
"Un ataque transnacional contra la privacidad es algo escalofriante, y la respuesta de Google supone un buen ejemplo", señaló Arvind Ganesan, director del programa de derechos humanos en corporaciones de HRW, en un comunicado.
"Al mismo tiempo, este incidente subraya la necesidad que gobiernos y empresas desarrollen políticas que salvaguarden estos derechos", concluyó Ganesan.
-EFE-
Comparte esta noticia