"El volumen (de bosque talado) es colosal. Y los que lo roban no tienen ni el menor problema para venderlo", dijo el jefe del Kremlin.
La tala ilegal de árboles aumentó en un 66 por ciento en el último lustro en Rusia, al tiempo que las autoridades se percatan sólo del 60 por ciento de esos casos, advirtió hoy el presidente ruso, Vladímir Putin.
"El volumen (de bosque talado) es colosal. Y los que lo roban no tienen ni el menor problema para venderlo", dijo el jefe del Kremlin en una reunión del Consejo de Estado.
Putin exigió endurecer el castigo por la tala ilegal y mejorar los sistemas de vigilancia de las superficies forestales del país.
El año pasado, siete mil personas fueron sancionadas administrativamente, mientras que el perjuicio a las arcas del Estado por la tala ascendió a 10.000 millones de rublos (333 millones de dólares), apuntó.
Putin lamentó que la Agencia Forestal rusa y algunas regiones ofrecen información tergiversada sobre este problema, mientras que las fuerzas del orden a menudo no hacen nada para atajar ese negocio ilegal lucrativo.
"Hoy día no tenemos información veraz acerca de la cantidad y calidad de nuestros recursos forestales. Tan sólo disponemos de información sobre el 19 por ciento de la superficie forestal", subrayó el presidente ruso.
El líder ruso también denunció que "la corrupción y la ignorancia" en la gestión forestal "llevan al empeoramiento de la seguridad ecológica y la reducción de la superficie de bosques aptos para la tala".
Recordó que una quinta parte de la superficie forestal de Rusia está arrendada para su tala y aprovechamiento, pero los concursos para la concesión administrativa de estos bosques "no han sido transparentes".
EFE
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