El objetivo es averiguar si los juegos ponen bajo presión a los usuarios para que se hagan con contenido adicional si quieren continuar con otros niveles de la aplicación.
La Oficina del Comercio Justo del Reino Unido investigará los juegos gratuitos para web y dispositivos móviles que cobran por extras después de que un niño se gastara 1.700 libras (unos 2.600 dólares) jugando con la tableta de sus padres.
La investigación se abrió, además, en respuesta a las numerosas noticias que los medios de comunicación publican sobre niños que se gastan grandes sumas de dinero mientras juegan con "smartphones" en internet, informó hoy la cadena BBC.
El objetivo de la Oficina del Comercio Justo (OFT, por sus siglas en inglés) es averiguar si los juegos ponen bajo presión a los niños para que se hagan con contenido adicional si quieren continuar con otros niveles de la aplicación.
Se quiere saber, además, si las aplicaciones dirigen estos extras especialmente a los niños y si los juegos son "engañosos, agresivos comercialmente o injustos" en el momento de pedir a los consumidores algún extra.
Según los datos de los que dispone la OFT, la gran mayoría de los juegos más populares para móviles son gratuitos, de tal manera que los ingresos de sus creadores proceden de extras que el usuario añade y que pueden llegar a costar hasta 70 libras (unos 110 dólares).
El pasado marzo, un niño de 5 años acumuló en diez minutos una factura de 2.600 dólares mientras jugaba con la aplicación "Zombies versus Ninjas" en la tableta de sus padres, un dinero que les fue devuelto por la empresa fabricante del aparato.
Poco antes, el regulador británico PhonePayPlus había revelado un aumento del 300 por ciento de las quejas que los consumidores sobre el dinero a pagar por añadir algún componente a juegos o aplicaciones.
"Nos preocupa que los niños y sus padres sean sujetos de presión injusta para comprar más cuando están jugando con aplicaciones que creían gratis pero que finalmente pueden acarrear muchos costes", dijo a la BBC Cavendish Elithorn, de la OFT.
EFE
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