Investigadores estadounidenses concluyeron que los mosquitos son muy resistentes cuando están en pleno aleteo, resisten incluso la exposición a una gota de lluvia, 50 veces mayor de su peso.
Una gota de lluvia pesa cincuenta veces más que un mosquito. ¿Se imagina cómo hacen estos pequeños insectos para evadir una muerte atroz ante un chubasco?
Un grupo de investigadores estadounidenses estudió el fenómeno y han llegado a la conclusión de que los mosquitos son muy resistentes a las perturbaciones en pleno aleteo.
Sustentado en experimentos, el estudio estableció que la clave reside en la poca masa del díptero y en la fortaleza de su exoesqueleto. Pesa poco y apenas ofrece resistencia a la gota de lluvia, por lo que se deja arrastrar por ella sin perturbar su caída.
En el caso de que la gota caiga entre sus dos alas, la aceleración llega entre 100 y 300 veces la atracción gravitatoria de la Tierra, posiblemente las más elevadas de todo el reino animal. A pesar del golpe, gracias a su exoesqueleto repelente al agua, en seguida pueden recuperar el vuelo.
Los científicos, con apoyo de una cámara de video de alta velocidad, capaz de capturar 4.000 fotogramas por segundo, captaron en acción al mosquito Anopheles -utilizado para las pruebas- mientras gotas de agua caían a la velocidad de un chubasco, gracias a un surtidor que simulaba las condiciones de lluvia intensa.
Las conclusiones, según recoge ABC.es, fueron que un mosquito recibe el impacto de una gota cada 25 segundos si la lluvia es intensa. Esto hace casi inevitable que les ocurra en multitud de ocasiones cada vez que hay chubascos. Pero los impactos no tienen por qué ser siempre directos y cuando son parciales -en patas o alas-, la perturbación es mucho menor y el díptero es capaz de recuperarse muy pronto.
Añade que un escenario potencialmente peligroso sería el vuelo rasante. Durante la investigación, de hecho, falleció uno de los dípteros por ahogamiento, no por el golpe del agua, sino al ser sumergido por una de las gotas.
Entre las aplicaciones prácticas propuestas en el artículo, publicado en la revista estadounidense de la Academia Nacional de Ciencia (PNAS), están la toma en consideración para el diseño de micro robots voladores (MAV).
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