El descubrimiento confirma que existe agua en forma de hielo bajo la superficie entre el polo norte y el ecuador marciano, precisa un comunicado de la NASA.
La sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) confirmó la presencia de agua congelada en cinco cráteres de Marte, reveló hoy el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense (NASA).
El agua en forma de hielo se encuentra bajo la superficie en esos cráteres, que fueron causados por el reciente impacto de meteoritos en las latitudes medias del planeta, señaló el JPL en un comunicado.
La revelación del JPL fue difundida después de que la revista Science informara del descubrimiento de agua congelada en esos cráteres mediante la cámara de alta definición de la sonda MRO.
El comunicado indicó que los cráteres tienen una profundidad media de 2,5 metros y no existían en imágenes anteriores de la misma zona lo que parecería indicar que son la huella de impactos recientes de meteoritos.
Algunos de esos cráteres muestran una tenue capa de hielo por encima de un material más oscuro.
Las manchas más brillantes se oscurecieron después de las semanas iniciales de observación como consecuencia de la evaporización del hielo en la tenue atmósfera marciana, señaló el JPL.
El descubrimiento confirma que existe agua en forma de hielo bajo la superficie entre el polo norte y el ecuador marciano, una latitud inferior de lo que se creía, indicó el comunicado.
"Este hielo es una reliquia de un clima más húmedo, tal vez de hace un par de miles de años", señaló Shane Byrne, de la Universidad de Arizona y quien se encarga de la cámara de alta resolución (HiRISE) de la sonda.
"Ahora sabemos que podemos buscar hielo bajo la superficie" siguiendo la huella de los impactos, indicó Megan Kennedy, de Malin Space Science Systems, co autora del informe publicado en Science.
Según el comunicado, el aire expuesto por los impactos sugiere que la cápsula Viking Lander 2 de la NASA, que hizo excavaciones en latitudes medias de Marte en 1976, habría encontrado el hielo si lo hubiera hecho con 10 centímetros más de profundidad.
La misión Viking 2, que consistía en un orbitador y una sonda de exploración, fue una de las dos primeras que descendieron con éxito en Marte.
Viking 1 y Viking 2 estudiaron la estructura y composición de la topografía y la atmósfera marcianas y realizaron pruebas biológicas para determinar la posibilidad de que el planeta pudiera albergar vida.
EFE
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