En sólo dos glifos de 15 mil hay ´dos inscripciones´ que señalan al 2012, pero ´como el final del periodo´. Fecha astronómica precisa del fin del sería el 23 y no el 21 de diciembre.
En ninguno de los 15.000 textos mayas existentes de los antiguos mayas está escrito que en 2012 se producirán grandes cataclismos, creencia originada en escritos esotéricos de la década de 1970, aseguraron hoy fuentes oficiales.
El director del Acervo Jeroglífico e Iconográfico Maya (Ajimaya) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Carlos Pallán, dijo que solo en dos glifos hay "dos inscripciones" que señalan al 2012, pero "sólo como el final del periodo".
Ante este cierre del ciclo los profetas modernos auguran que un agujero negro en el centro de la galaxia al alinearse con el sol romperá el equilibrio, y éste último "arrojará una gran cantidad de partículas. Se modificará el eje magnético de la Tierra y las consecuencias serán nefastas".
El científico precisó, en un comunicado, que estas versiones apocalípticas fueron generadas en publicaciones esotéricas en los años 1970, en las que señalaban el término de la civilización humana para el 2012, fecha que coincide con el décimo tercer ciclo en el calendario maya y que corresponde al 21 de diciembre.
Pallán explicó que "para los antiguos mayas el tiempo no era algo abstracto, estaba conformado por ciclos y éstos a veces eran tan concretos que tenían nombre y se podían personificar mediante retratos de seres animados, por ejemplo, el ciclo de 400 años estaba representado como un ave mitológica".
Los mayas "jamás mencionan que se vaya a acabar el mundo (...), jamás pensaron que el tiempo terminaría en nuestra época, lo que nos refleja la conciencia que alcanzaron sobre el tiempo, a partir del desarrollo matemático y de la escritura", precisó.
Agregó que los mayas se preocupaban por efectuar rituales que de algún modo garantizaran que el ciclo por venir sería propicio, y en el caso particular de 2012 sí se nota una insistencia en "que aún en fecha tan distante se va a conmemorar un determinado ciclo calendárico. Éste ha sido el meollo de la confusión".
El arqueólogo dijo que, no obstante, de acuerdo con los cálculos científicos actuales, la fecha astronómica precisa del fin de su ciclo sería el 23 y no el 21 de diciembre.
También aclaró que los mayas legitimaban su poder mediante los calendarios y vinculaban a los gobernantes con esos ciclos y con dioses citados en relatos ancestrales o en mitos.
EFE
El director del Acervo Jeroglífico e Iconográfico Maya (Ajimaya) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Carlos Pallán, dijo que solo en dos glifos hay "dos inscripciones" que señalan al 2012, pero "sólo como el final del periodo".
Ante este cierre del ciclo los profetas modernos auguran que un agujero negro en el centro de la galaxia al alinearse con el sol romperá el equilibrio, y éste último "arrojará una gran cantidad de partículas. Se modificará el eje magnético de la Tierra y las consecuencias serán nefastas".
El científico precisó, en un comunicado, que estas versiones apocalípticas fueron generadas en publicaciones esotéricas en los años 1970, en las que señalaban el término de la civilización humana para el 2012, fecha que coincide con el décimo tercer ciclo en el calendario maya y que corresponde al 21 de diciembre.
Pallán explicó que "para los antiguos mayas el tiempo no era algo abstracto, estaba conformado por ciclos y éstos a veces eran tan concretos que tenían nombre y se podían personificar mediante retratos de seres animados, por ejemplo, el ciclo de 400 años estaba representado como un ave mitológica".
Los mayas "jamás mencionan que se vaya a acabar el mundo (...), jamás pensaron que el tiempo terminaría en nuestra época, lo que nos refleja la conciencia que alcanzaron sobre el tiempo, a partir del desarrollo matemático y de la escritura", precisó.
Agregó que los mayas se preocupaban por efectuar rituales que de algún modo garantizaran que el ciclo por venir sería propicio, y en el caso particular de 2012 sí se nota una insistencia en "que aún en fecha tan distante se va a conmemorar un determinado ciclo calendárico. Éste ha sido el meollo de la confusión".
El arqueólogo dijo que, no obstante, de acuerdo con los cálculos científicos actuales, la fecha astronómica precisa del fin de su ciclo sería el 23 y no el 21 de diciembre.
También aclaró que los mayas legitimaban su poder mediante los calendarios y vinculaban a los gobernantes con esos ciclos y con dioses citados en relatos ancestrales o en mitos.
EFE
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