La aeronave, pilotada por el suizo André Borschsberg, será expuesta en la 49º exhibición del Salón Internacional de la Aeronáutica del 20 al 26 de junio.
El avión "Solar Impulse HB-SIA", propulsado por energía solar, finalizó hoy con éxito su segundo viaje, entre Bruselas y París, tras haber anulado tres días antes el mismo vuelo debido a problemas meteorológicos que agotaron sus baterías.
Según informó la empresa que ha diseñado el avión, el prototipo "Solar Impulse HB-SIA" completó el trayecto en más de 16 horas, tras haber despegado de Bruselas a las 05.10 horas (03.10 GMT) y aterrizar en el aeropuerto de Le Bourget a las 21.15 horas (19.15 GMT).
El vuelo, no obstante, no será homologado dado que, tras fracasar el primer intento el pasado sábado únicamente con energía solar, el avión recargó el 40 por ciento de sus baterías con carburante convencional.
El avión había llegado a la región parisina hacia las 15.00 hora local (13.00 GMT), pero tuvo que esperar sobrevolando una zona cercana a París por diferentes razones, explicó la compañía artífice del proyecto, con sede en Suiza.
De entrada, el suelo durante el día se calienta y ese calor asciende y, en ocasiones, genera bolas de aire que pueden desestabilizar el avión, señaló el responsable de la misión, Raymond Clerc.
Además, el tráfico aéreo normal es demasiado intenso hasta las 21.00 hora local en la zona del aeropuerto comercial Charles de Gaulle, por el que el prototipo debía pasar camino de Le Bourget, con lo que se arriesgaba a que las turbulencias generadas por el resto de aeronaves perturbasen su aterrizaje.
La aeronave, pilotada por el suizo André Borschsberg, será expuesta en la 49º exhibición del Salón Internacional de la Aeronáutica del 20 al 26 de junio.
En el primer viaje internacional que realizó entre Bruselas y Payerne (Suiza) necesitó 13 horas para completar el trayecto.
El "Solar Impulse", que tiene una envergadura de 63,4 metros (similar a un Airbus 340) y pesa 1.600 kilos (como un automóvil), concentra una sofisticada tecnología que le permite volar sin combustible fósil y únicamente con reservas de energía solar, captada a través de 12.000 células fotovoltaicas, que mueven cuatro motores de una potencia de diez caballos cada uno. EFE
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