El buque ruso equipado con una planta procesadora de vertidos radiactivos líquidos está listo para ir hacia la averiada central nuclear de Fukushima.
El buque ruso equipado con una planta procesadora de vertidos radiactivos líquidos está listo para viajar a la averiada central nuclear japonesa de Fukushima, informó hoy su capitán, Vladímir Bobkov.
En estos momentos, la planta flotante "Landish" se encuentra atracada en el puerto de Bolshói Kamen, en la región de Primorie (extremo oriente ruso), por lo que no necesitaría mucho tiempo para desplazarse a Japón, según la agencia oficial Itar-Tass.
El consorcio estatal atómico ruso, Rosatom, informó esta semana que Japón ha pedido a Rusia un equipo para procesar los vertidos radiactivos líquidos producidos por la planta de Fukushima, que resultó averiada en el fuerte terremoto ocurrido hace casi un mes.
"Si a la parte japonesa le convienen las características técnicas de ese equipo, éste puede ser trasladado a la zona de Fukushima en un plazo breve de tiempo", aseguró Serguéi Nóvikov, director de comunicaciones de Rosatom.
La planta "Landish", que fue precisamente ideada en su momento con financiación nipona para poner fuera de servicio los submarinos atómicos soviéticos, puede procesar hasta 70 toneladas de residuos radiactivos líquidos por día.
El buque, cuya tripulación de medio centenar de personas está dispuesta a trabajar gratis como gesto de ayuda humanitaria, puede operar las 24 horas del día, ya que dispone de una central eléctrica con cuatro generadores y un contenedor para almacenar residuos radiactivos.
La planta procesadora sólo puede depurar líquido que haya sido contaminado por la radiación a un nivel bajo o medio, aunque una vez depurada, el agua puede ser reutilizada.
La elevada radiactividad en las aguas marinas cercanas a Fukushima ha suscitado una honda preocupación sobre la contaminación en los productos pesqueros, que se suma a la ya existente sobre algunos productos agrícolas.
Desde el terremoto del pasado 11 de marzo, operarios japoneses luchan día y noche por devolver la refrigeración a los reactores de Fukushima, pero se enfrentan a constantes problemas, ya que el agua radiactiva inunda algunos edificios de la central. EFE
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