En España se investiga también si el gigante de internet infringió el Código Penal de ese país durante la toma de imágenes en espacios públicos para su servicio.
Un total de 38 estados de Estados Unidos se unieron a la investigación que se lleva a cabo en este país para determinar si Google cometió alguna infracción al recabar datos de redes inalámbricas particulares mientras tomaba imágenes para su programa de mapas Street View.
Así lo asegura una carta remitida el miércoles a la compañía californiana por el fiscal general del estado de Connecticut, Richard Blumenthal, y de la que se pueden leer hoy algunos fragmentos en la página web de esa Fiscalía.
Esta investigación se impulsó en junio por parte de los fiscales de algunos estados del país y, según Blumenthal, ya son 38 los que se han sumado a estas pesquisas, que coinciden con otras iniciadas en diferentes lugares del mundo, especialmente en Australia y Europa.
En España se investiga también si el gigante de internet infringió el Código Penal de ese país durante la toma de imágenes en espacios públicos, a través de vehículos equipados con cámaras multidireccionales y tecnología wi-fi para su servicio de internet Street View.
Se sospecha que la multinacional espió a los propietarios de redes wi-fi durante la captación de información por medio de esos automóviles y que podría haber obtenido datos como nombres de las redes particulares, direcciones IP asignadas por los operadores e incluso correos electrónicos y contraseñas.
Google reconoció en mayo que la flota de vehículos que usa para tomar fotos de las calles de todo el mundo y elaborar así su servicio de mapas Street View había recogido información de redes wi-fi de usuarios durante varios años, incluidos "fragmentos" de correos electrónicos y búsquedas de internet, algo que la empresa achaca a un "error".
"La captura de datos fue un error, pero creemos que no es nada ilegal. Estamos trabajando con las autoridades competentes para contestar sus preguntas y aclarar sus preocupaciones", aseguró en su día un portavoz de la compañía.
En su escrito, el fiscal de Connecticut pide algunas explicaciones a Google, entre ellas si vendió o usó de alguna manera la información recabada, y le amenaza con acciones legales si no obtiene respuestas antes del viernes.
"Las explicaciones de Google generan más dudas que respuestas. Nuestra poderosa coalición de estados, 38 hasta el momento, le pide que revele si probó el software, lo que tendría que haber puesto de manifiesto que se estaban recopilando datos", aseguró el fiscal en la página web.
Añadió que también se ha pedido a Google que identifique a las personas que se encargaron de extraer esos datos y explique cómo es posible que la empresa no supiera que los vehículos de Street View podían tomar datos de las redes wi-fi de los vecinos.
"Tomaremos las medidas apropiadas, incluidas posibles acciones legales si procede, para obtener respuestas amplias y completas", añadió el fiscal. EFE
Así lo asegura una carta remitida el miércoles a la compañía californiana por el fiscal general del estado de Connecticut, Richard Blumenthal, y de la que se pueden leer hoy algunos fragmentos en la página web de esa Fiscalía.
Esta investigación se impulsó en junio por parte de los fiscales de algunos estados del país y, según Blumenthal, ya son 38 los que se han sumado a estas pesquisas, que coinciden con otras iniciadas en diferentes lugares del mundo, especialmente en Australia y Europa.
En España se investiga también si el gigante de internet infringió el Código Penal de ese país durante la toma de imágenes en espacios públicos, a través de vehículos equipados con cámaras multidireccionales y tecnología wi-fi para su servicio de internet Street View.
Se sospecha que la multinacional espió a los propietarios de redes wi-fi durante la captación de información por medio de esos automóviles y que podría haber obtenido datos como nombres de las redes particulares, direcciones IP asignadas por los operadores e incluso correos electrónicos y contraseñas.
Google reconoció en mayo que la flota de vehículos que usa para tomar fotos de las calles de todo el mundo y elaborar así su servicio de mapas Street View había recogido información de redes wi-fi de usuarios durante varios años, incluidos "fragmentos" de correos electrónicos y búsquedas de internet, algo que la empresa achaca a un "error".
"La captura de datos fue un error, pero creemos que no es nada ilegal. Estamos trabajando con las autoridades competentes para contestar sus preguntas y aclarar sus preocupaciones", aseguró en su día un portavoz de la compañía.
En su escrito, el fiscal de Connecticut pide algunas explicaciones a Google, entre ellas si vendió o usó de alguna manera la información recabada, y le amenaza con acciones legales si no obtiene respuestas antes del viernes.
"Las explicaciones de Google generan más dudas que respuestas. Nuestra poderosa coalición de estados, 38 hasta el momento, le pide que revele si probó el software, lo que tendría que haber puesto de manifiesto que se estaban recopilando datos", aseguró el fiscal en la página web.
Añadió que también se ha pedido a Google que identifique a las personas que se encargaron de extraer esos datos y explique cómo es posible que la empresa no supiera que los vehículos de Street View podían tomar datos de las redes wi-fi de los vecinos.
"Tomaremos las medidas apropiadas, incluidas posibles acciones legales si procede, para obtener respuestas amplias y completas", añadió el fiscal. EFE
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