La explosión controlada arrojó escombros a 250 kilómetros a la redonda y un cráter del tamaño de un autobús.
Una detonación controlada de una bomba de una tonelada de la Segunda Guerra Mundial ha provocado importantes daños materiales en la ciudad británica de Exter por la fuerte onda expansiva.
La detonación ocurrida el sábado provocó la rotura de cristales y ladrillos en un radio de cien metros del epicentro de la explosión, que arrojó escombros en 250 kilómetros a la redonda y un cráter del tamaño de un autobús, además de arrojar al cielo una enorme nube gris de polvo.
Un video publicado en Twitter muestra la magnitud de la explosión.
Ahora, los peritos están investigando el daño concreto que ha provocado la explosión a las viviendas circundantes mientras los residentes se han visto obligados a pasar la noche con familiares.
"Estamos haciendo todos los esfuerzos para garantizar que las evaluaciones estructurales se lleven a cabo lo antes posible y los residentes puedan regresar esta tarde", según un vocero de la Policía de Devon y Cornualles.
El descubrimiento de bombas durante la guerra es un fenómeno ocasional en el país, objetivo de los bombardeos alemanes durante la guerra.
Con información de Europa Press
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