El 9 de septiembre de 1999 llegó al mercado estadounidense la última consola de videojuegos de Sega.
El 9 de septiembre de 1999, hace ya 18 años, se lanzó en Estados Unidos el Dreamcast, la última consola de videojuegos de la compañía Sega, que luego se dedicaría exclusivamente al desarrollo de software.
El Dreamcast -sucesor del Sega Saturn- salió para competir con la PlayStation, de Sony, y la Nintendo 64, de Nintendo. En Japón, la consola hizo su debut en noviembre de 1998, teniendo que pasar casi un año para que haga su debut en Estados Unidos (en Europa se lanzó en octubre de 1999).
Pese a un tibio inicio en Japón, la consola llegó con relativo éxito al mercado estadounidense, gracias a que su lanzamiento estuvo acompañado de 18 títulos llamativos. Además, se vendió a un precio bastante atractivo: $200. Reportes de la época hablan de ventas superiores al millón de consolas solo en 1999.
“Dreamcast fue el último esfuerzo de Sega por mantener su status de rival de temer, cosa que había perdido con la salida del Nintendo 64 y el primer PlayStation. Sega prometía una consola que igualaría o superaría la calidad de sus juegos de arcade, que por cierto eran increíbles”, comentó a RPP Noticias Enrique Jr. Martínez, blogger y podcaster de Parallax.
Sin embargo, apenas seis meses después de su lanzamiento, la consola de Sega tuvo que hacer frente a un duro rival: la PlayStation 2. En marzo de 2000, llegó al mercado la sucesora de la PlayStation, mucho más poderosa, a un buen precio y con la opción de leer discos DVD.
“La PlayStation 2 prometía una calidad gráfica que superaba por ene veces lo que Sega ofrecía con la Dreamcast. (...) Otro factor fue el abandono de las empresas third party. Electronic Arts había sido por años el principal productor de juegos de deportes para las consolas de Sega, pero con el fiasco que resultó el Saturn, EA y muchas otras empresas abandonaron el barco. Sega se quedó solo con un puñado de talentosos estudios propios para agenciarse juegos y esto no bastó”, explicó Martínez.
Sega intentó frenar esta situación bajando el precio de la consola y ofreciendo a sus usuarios la posibilidad de navegar en internet. Lamentablemente, la situación fue irreversible y Sega se vio obligada a descontinuar su consola en marzo de 2001, a menos de tres años de su estreno.
Sega continuó dando soporte a los propietarios de la consola por un tiempo más. De hecho, diversos estudios fueron lanzando videojuegos para el Dreamcast hasta el año 2007. Tras el fracaso del Dreamcast, Sega se enfocó exclusivamente al desarrollo de software, aunque no faltan los fanáticos que tienen la esperanza de ver una nueva consola de esta compañía.
“Sega tenía juegos para triunfar con el Dreamcast, pero su falta de visión en el mercado casero -incluso desde la generación del Genesis- les pasó factura. Tarde, pero se las pasó. En los Estados Unidos, Sega siempre pensó que ser cool era suficiente para tener éxito y Sega of Japan vivía en su propio mundo. Faltó una estrategia global, cosa que Sony y Nintendo sí tuvieron. Si Sega hubiera pensado mejor las cosas con la Dreamcast, tal vez otra hubiera sido la historia”, sentenció Martínez.
El Dreamcast tiene una buena colección de videojuegos, entre los que destacan Seaman, Jet Grind Radio, Phantasy Star Online, Shenmue o Skies of Arcadia, pero también recibió títulos multiplataforma como Tom Clancy's Rainbow Six, Street Fighter III: 3rd Strike, Resident Evil: Code Veronica, entre otros.
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