Con muy buena crítica, esta cinta se dio a conocer a través de la novela homónima de Juan Pablo Villalobos. Ahora se encuentra en Netflix y está dando que hablar.
La adaptación cinematográfica de la novela No voy a pedirle a nadie que me crea de Juan Pablo Villalobos, dirigida por Fernando Frías de la Parra, ha llegado a Netflix México tras cautivar en diversos festivales, incluyendo el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. La historia sigue al protagonista, también llamado Juan Pablo Villalobos, un becario investigador del humor en la literatura latinoamericana del siglo XX que se ve atrapado en una comedia negra de enredos con un cartel mafioso mexicano-español.
Con un elenco encabezado por Darío Yazbek Bernal, la película mantiene el tono desopilante de la novela y presenta personajes tan peculiares como el líder del cartel, "el licenciado", y la estudiante feminista Laia. La trama se complica cuando el protagonista, por órdenes de los mafiosos, debe cambiar su tema de tesis y adentrarse en estudios de género para acercarse a Laia, hija de un poderoso político de ultraderecha.
Aunque la película conserva diálogos y elementos clave del libro, enfrenta el desafío de trasladar la complejidad narrativa que juega con la confusión entre narrador y autor. A pesar de ciertas decisiones, como una dirección de fotografía experimental, la adaptación logra representar y reinterpretar la obra original. Sin embargo, algunos críticos sostienen que no alcanza la fuerza de la novela, quizás debido a la dificultad inherente en mantener el ritmo y la genialidad de la obra literaria en el cambio de medio.
No voy a pedirle a nadie que me crea es una película que merece ser vista por los amantes del libro, explorando las contradicciones del feminismo, el humor y las implicancias de la extrema derecha, y destacando la transición exitosa de la literatura a la pantalla grande.
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