AFHS: Don Bruno Picasso se casa con Zuzú

Socorro le pregunta a Peter que por qué dice que Rubí es linda. “¿La conoces? ¿De dónde?”,, le pregunta. Peter le cuenta que la conoció en un café lo cual irrita a la madre de Manolo que está indignada porque tanto su hijo como su padre han sido hechizados por la misma arpía. Aparecen Pepe y Tito y al ver a Socorro muy molesta le proponen beber cerveza asunto que ella acepta.

Manolo acude a la cita que le planteó Rubí y le dice que ha ido para decirle que se olvide de él pero ella lo retiene y le dice que no lo dejará ir. “No está bien con Teresa”, le dice. “Te equivocas”, responde Manolo. “Teresa no es para ti”, le dice Rubí. Ella lo mira fijamente y le dice que sus ojos no tienen el brillo del amor. “Yo sé cómo es cuando estás enamorado. ¿Te acuerdas de Iquitos, Cusco?”, insiste. “Ya me olvidé de eso. Después de haber hablado de todo esto creo que fue mejor enviarte un mensaje de texto. Le estoy poniendo punto final a esto”, le dice Manolo y se retira. “Lo siento Teresita, ya fuiste”, dice Rubí.

Francesca llega a la constructora y encuentra la trifulca que han armado Fernanda y Nicolás. “¡Basta!”, les ordena. “Recién entiendo por qué estamos perdiendo clientes. La cogerencia no fue una buena idea”, les dice a sus nietos que se echan la culpa el uno al otro de la situación. Francesca está muy decepcionada y les dice que tendrá que tomar una serie de medidas. Sale a ver a Lucifer y se encuentra con Benito y Joel y recién se entera que Fernanda había contratado a su exmarido como chofer y guardaespaldas. “Esto es demasiado, me duele la cabeza, me voy a mi casa”, dice. Baja a cochera de la constructora donde lo espera Hiro. De pronto le pregunta: “¿Tú estudiaste administración de empresa?” “Hay”, responde el japonés.

Isabella y Monserrat no pueden creer que Bruno y Zuzú se hayan casado. Entonces para salir de dudas les piden que se den un beso y eso hacen. Isabella y Monserrat dan de alaridos y luego la hija de Francesca empieza a correr por toda la casa. Isabella corre por el parque. “No puede ser, my pinky friend se casó con my daddy o sea que ahora Zuzú es my pinky madrastra. Debo avisarle a my mother”, dice pero no tiene su celular.

Viviana llega a su dormitorio y se encuentra con que Miguel Ignacio saliendo de su baño. “Aspiré toda la casa y me dio un poco de calor. Me di un baño. Espero que no te moleste”, le dice. “No, no me molesta”, le dice y decide ingresar al baño y lo hace pero inmediatamente empieza a dar de gritos. Encuentra que el jabón está lleno de pelos. Sale corriendo a la calle y se encuentra con Isabella a quien le pide que se lleve a su marido de su casa.

Isabella le cuenta a Miguel Ignacio que Bruno se ha casado con Zuzú. “Tu pinky friend se quiere quedar con lo que queda de la fortuna de los Picasso. Esto es terrible”, le dice. “Tienes que volver a la casa”, le pide Isabella. “No, imposible, pero hay otras formas de ver este problema”, le dice Miguel Ignacio.

Francesca les anuncia a Fernanda y Nicolás que Hiro será el nuevo gerente de la constructora, lo cual sorprende a sus nietos. “Ordena lo que tengas que ordenar. Qué mejor que tener a un administrador egresado de la Universidad de Kyoto”, les dice. Pero Hiro vuelve a sufrir de un ataque de pánico al darse cuenta que en su nuevo puesto tendrá mucha presión y eso no lo soporta por lo que empieza a dar de alaridos.

Isabella regresa a su casa donde aún están Bruno y Zuzú. “Cómo te pudiste fijar en un viejo chocho que no sabe lo que hace”, le dice a su Pinky Friend. Llega Carlos y se encuentra a Zuzú quien le dice que se casó con Bruno lo cual le arranca carcajadas al médico. Llegan también Nicolás y Fernanda que comentan que no puede ser que Hiro sea el nuevo gerente de la constructora pero en eso ven a su nono que se ha casado con la mejor amiga de su madre. No salen de su asombro. Llega Francesca y se encuentra a Bruno que le presenta a su nueva esposa. “Te lo advertí Zuzú, te lo dije, no entiendo”, le dice a la joven. “¿No nos vas a felicitar?”, le pregunta Bruno, la respuesta de Francesca es echarlos a la calle.

Dos gerentes buscan a Francesca y le preguntan directamente “Venimos en representación de todos los gerentes. Estamos muy mortificados ¿Cuándo vuelve Miguel Ignacio?”, le dicen.

Tal como se lo había imaginado Miguel Ignacio, Francesca lo va a buscar a la casa de Raúl pidiendo hablar con él.

Charo llama a don Gilberto desde Ayacucho y le dice que aún no ha visto a su padre. “A él le queda poco tiempo, tienes que ir a verlo”, le aconseja. Charo le hace caso a don Gil y va a ver padre que yace en su cama. “Hola papá”, es lo primero que le dice.