AFHS: Teresa se agarra a golpes con Rubí en una discoteca

La señora Troncoso y su hija Kerly discuten con Nicolás y lo acusan de pervertido. Francesca e Isabella abogan por él y al final la señora se da cuenta de que algo no anda bien con sus hijas. Pide disculpas y se va de la casa de los Maldini. Nicolás les cuenta un cuento a su madre y abuela y les dice que conoció a Kerly y a su hermana en un campamento. “Campamento es una discoteca que acaban de inaugurar”, les dice. “Nunca he leído una palabra de esa discoteca en la revista Chozas pero deberían cerrarla porque deja ingresar a menores de edad”, reflexiona Isabella. Pero Francesca piensa otra cosa. “Creo que estabas aprovechando que Grace no está para hacer tu vida de soltero, no?”, le dice. “Me pillaste”, responde su nieto.

Nicolás, que no puede conducir debido a que le han confiscado en brevete, le ordena a Hiro que lo lleve a la constructora. Le pide a su padre que deje  de lado sus tramposerías. “La verdad es una sola y no quiero a mi mamá ver sufrir por ti de nuevo”, le dice Nicolás. “¡Puedes dejar esas conductas que no voy a soportar más!”, añade. “¿Qué conductas no vas a soportar más, Nicolás?”, pregunta Fernanda que ingresa en ese momento a la oficina. “Tu hermano y yo estábamos discutiendo las conductas inmorales que tiene Lucho en la empresa”, le dice Miguel Ignacio que le pide a Nicolás que lo acompañe. “Estos dos me están ocultando algo pero lo voy a averiguar”, se dice Fernanda.

Francesca se alista para ir a jugar tenis tan pronto llegue Carlos de la emergencia que lo sacó de la casa la noche anterior. Carlos llega a la casa y le dice a Francesca que no la puede acompañar a jugar porque debe ir al hospital. “Tengo que limpiar la fama del Doctor Muerte”, le dice y sube a tomar un baño. Monserrat le comenta a Francesca que Carlos es bueno y no como el sinvergüenza de su tío el médico que engañaba todo el tiempo a su tía.

Teresa llega a El tufo a ver el show de Rubí. “Canta bonito la descarada pero veremos al final quién canta mejor”, dice. “¡¡Bravo qué buena presentación, casi nos engañas a todos!!”, grita cuando Rubí acaba de cantar. “¡Eres la innombrable y te acercaste a mí para estar cerca de Manu!”, exclama y se sube al escenario a quitarle el micrófono mientras el administrador del local llama a gritos a la seguridad. Las dos mujeres son contenidas por los efectivos de seguridad mientras se gritan de todo

Reyna regresa a su casa y les dice a sus hijos que hagan sus maletas porque se van a “Disneywork”. “Hay que avisarle a papá”, dice Johnny. “¡No! A ese no”, es la orden de su madre. “No podemos ir sin él", reclama Shirley. “Sí podemos, él no va porque se ha portado mal”, responde Reyna.

Fernanda llega al despacho de Lucifer con una torta. “Tengo que hablar contigo”, le dice tras regalarle la torta. “¿Tú sabes si mi papá hace reuniones en la empresa en las noches?”, pregunta. Lucifer titubea y dice no saber nada. “Hazlo por mi nona que siempre te ha ayudado”, dice Fernanda. “Está bien, te lo contaré todo”, responde Lucifer.

Teresa y Rubí son expulsadas de El Tufo por escandalosas. En la calle tienen que ser sujetadas por los agentes de seguridad. “¡Desde ahora eres mi enemiga!”, amenaza Rubí. “¡Eso te pasa por haberte metido con mi hombre!”, responde Teresa que hasta ha perdido los zapatos en la trifulca.

Miguel Ignacio regresa a su oficina y se encuentra a Fernanda sentada en su sillón. “Cómo puedes ser tan sinvergüenza. Ya me enteré que hiciste un pijama party, un campamento y que usas la oficina como si fuera tu discoteca. Pero eso se acabó. Ahora mismo se lo voy a contar a mi mamá”, le dice su hija. Miguel Ignacio le propone un viaje a Disneyworld o a cualquier país que ella quiera. “Me estás sobornando”, reclama Fernanda. “Piensa en lo que le puede pasar a tu mamá”, le dice Miguel Ignacio. “Ahora pasas del soborno al chantaje, ¿qué clase de hombre eres?”, exclama Fernanda. “No le digas nada a tu madre por favor”, le ruega Miguel Ignacio de rodillas.

Rubí va en busca de Manolo y le cuenta que Teresa la agredió. Están en la puerta del canal en el que trabaja el periodista. “Tú debiste decirla que habías sido mi enamorada el día en que nos encontramos en la discoteca pero te callaste y encima agregaste al Facebook y después fuiste a mi casa. No nos hagamos los tontos, ¿Qué es lo que querías?”, pregunta Manolo. “Quería verte”, responde Rubí. “Creo que cada quien tiene que hacer su vida por separado”, le dice y justo sale su camarógrafo con quien debe cubrir una noticia. Pero al alejarse ella empieza a cojear. “No puedes quedarte así, a lo mejor tienes algo en el tobillo, hay que ir a una clínica”, propone Manolo quien deja de lado su labor periodística y va en busca de un taxi.

Bruno va por la calle circulando en su silla de ruedas. Va cantando y muy triste y en una esquina se encuentra con Zuzú. “¿Pero cómo Isabella puede abandonar a su padre así?”, le pregunta la joven. Bruno le dice que ha decidido ingresar a un asilo. “Gracias por acompañarme estos minutos”, le dice pero Zuzú le dice que en adelante ella lo cuidará. Bruno está feliz.

“Te juro que nunca le fui infiel a tu madre”, le dice Miguel Ignacio a su hija. “Igual le contaré sobre las fiestas que has lecho aquí para que se acaben las tramposerías”, responde Fernanda. “¡La despido! ¡La despido ahora mismo!”, propone Miguel Ignacio refiriéndose a Débora Dora Ordinola.