EE.UU. endurece su política migratoria: Una infracción puede costarte la visa, advierte el secretario de Estado Marco Rubio con la regla "Catch-And-Revoke".
La administración del presidente Donald Trump ha lanzado una nueva ofensiva contra los inmigrantes legales en Estados Unidos con la política "Catch-And-Revoke" ("Atrapar y Revocar", en español). Según anunció el secretario de Estado, Marco Rubio, cualquier extranjero que infrinja la ley —sin importar la gravedad del delito— podría perder su estatus migratorio y ser expulsado del país.
"Ahora hay una política de una sola infracción: Catch-And-Revoke", publicó Rubio en X el pasado 2 de mayo. “Siempre que el gobierno detecte que un no ciudadano viola nuestras leyes, actuaremos para revocar su estatus”. Aunque la medida se presentó oficialmente el 30 de abril en un boletín firmado por Rubio, aún no queda claro qué tipo de delitos pueden activar esta revocación automática.
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Críticas a la política: “Es absurda y contraria a la ley”
Diversos expertos han cuestionado la implementación de esta política. David Bier, director de estudios de inmigración del instituto Cato, fue contundente al calificarla como “absurda”. En su opinión, la medida contradice la legislación migratoria vigente y afectará negativamente la imagen del país entre los inmigrantes calificados. “Las personas con talento y recursos no se establecerán en un país donde su vida puede arruinarse por una multa de tráfico o por vender limonada sin permiso”, advirtió Bier en una publicación en X.
Por su parte, Aaron Reichlin-Melnick, experto del American Immigration Council, alertó que este tipo de medidas ya se ha aplicado en casos recientes, incluso contra estudiantes internacionales. “Les cancelaron las visas a estudiantes por multas de velocidad. Ahora sugieren hacer lo mismo con todos”, comentó.
Impacto en turistas, estudiantes y residentes temporales
La política podría afectar a millones de personas que actualmente residen legalmente en Estados Unidos bajo visas no inmigrantes, incluyendo turistas, estudiantes, trabajadores temporales, inversionistas y familiares de residentes legales permanentes. Rubio insistió en que “una visa es un privilegio, no un derecho”, reforzando el enfoque restrictivo del nuevo reglamento.
Aunque el Departamento de Estado revirtió a finales de abril la cancelación de cientos de visas estudiantiles tras múltiples demandas, la postura oficial parece mantenerse firme. “El gobierno ha dejado claro que tomará medidas rápidas y severas contra cualquier infracción, sin importar su magnitud”, concluye la declaración de Rubio.
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