Las recientes redadas de la Patrulla Fronteriza en Bakersfield, California, afectaron principalmente a trabajadores agrícolas y jornaleros, generando temor en la comunidad inmigrante.
La reciente operación de la Patrulla Fronteriza en Bakersfield, California, ha dejado un profundo impacto en la comunidad inmigrante. Un reportaje de Univisión mostró que desde la semana pasada, los campos de naranjas han registrado una notable disminución en su fuerza laboral, mientras que en lugares como las cercanías del Home Depot, la presencia de jornaleros ha caído drásticamente. Organizaciones defensoras de los trabajadores han denunciado que los arrestos se llevaron a cabo en granjas, estaciones de gasolina y la autopista 99, sembrando el miedo entre los residentes.
Según United Farm Workers, entre los detenidos hubo ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la naturaleza de los operativos. Bakersfield, una ciudad con una fuerte población hispana, es clave en la producción agrícola de California, lo que hace que esta acción tenga amplias repercusiones tanto económicas como sociales.
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Detenciones y denuncias de discriminación racial
El director de comunicaciones de United Farm Workers, Antonio De Loera, denunció que los arrestos se dirigieron principalmente contra trabajadores agrícolas y jornaleros de la construcción, y que las autoridades llevaron a cabo "paradas y detenciones basadas en el perfil de los trabajadores de habla hispana".
Un testimonio preocupante es el de un granjero que intentó proteger a sus empleados enviándolos a casa, sin saber que agentes fronterizos los esperaban fuera de la granja para arrestarlos. Se estima que al menos 30 trabajadores fueron detenidos en esa acción. Además, se ha informado que muchas de las personas detenidas firmaron su salida voluntaria sin tener acceso a un proceso judicial justo.
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Impacto y respuesta de la comunidad
United Farm Workers ha expresado su temor de que este tipo de operativos se repitan con más frecuencia en los próximos años, especialmente con el nuevo gobierno. A raíz de los arrestos, han organizado capacitaciones sobre derechos de los inmigrantes, subrayando la importancia de no firmar la salida voluntaria sin antes consultar con un abogado.
Los activistas sostienen que la operación mostró prejuicios raciales y que no tenía como objetivo exclusivo la detención de criminales, a pesar de las afirmaciones de la Patrulla Fronteriza sobre el historial delictivo de algunos detenidos. Mientras tanto, las comunidades inmigrantes de California viven con la incertidumbre de futuras redadas y la amenaza de separación familiar.
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