Espacios públicos en Nueva York y Washington instalan fuentes y puntos de hidratación para proteger a viajeros de la ola de calor.
Varias estaciones y centros de transporte en ciudades como Nueva York y Washington D.C. han instalado estaciones de hidratación y sistemas de enfriamiento para mitigar los efectos de la ola de calor extrema. Los gobiernos locales han implementado fuentes de agua potable, ventiladores industriales y áreas sombreadas, esperando aliviar las rutas de miles de pasajeros afectados por las altas temperaturas.
El objetivo es brindar alivio inmediato, especialmente a quienes esperan trenes y autobuses, y proteger a personas vulnerables como ancianos, niños y quienes dependen del transporte público.
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Infraestructura adaptada al clima extremo
Las zonas seleccionadas incluyen patios de espera, platforms expuestos y pasillos concurridos. Además de las fuentes, se han instalado bolsas de hielo y personal capacitado para distribuir agua y refrescos en botellas reciclables.
Las autoridades estiman que estas medidas pueden reducir impactos de calor, como deshidratación o golpes de calor, y han reforzado la comunicación para que los pasajeros sepan dónde encontrar estas estaciones.
Salud pública y respuesta comunitaria
Organizaciones locales han reforzado la comunicación en redes sociales y emisoras radiales, recomendando beber agua, usar ropa ligera y planificar viajes en horarios menos expuestos al sol.
La colaboración entre entidades públicas, transportistas y voluntarios ha garantizado que estas iniciativas se mantengan operativas durante toda la ola de calor, mostrando cómo la respuesta comunitaria puede adaptarse rápidamente a emergencias climáticas.