La Casa Blanca de Trump alista recortes en varias agencias federales como parte de su estrategia fiscal.
El gobierno de Donald Trump presentó un nuevo paquete de recortes presupuestarios que enviará esta semana al Congreso de los EE.UU., como parte de su plan para reducir el gasto público. La propuesta ha generado reacciones encontradas tanto entre republicanos como demócratas, y podría redefinir las prioridades fiscales para el segundo semestre del año.
Según reportó Politico, el paquete incluiría reducciones en programas educativos, subsidios federales y otras partidas no militares. El objetivo sería contener el déficit fiscal que, según fuentes oficiales, ha superado los U$D 1.2 billones en lo que va del 2025.
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Una medida con tensiones políticas en el Congreso
La propuesta será presentada bajo la figura de un "rescission package", que permite al presidente solicitar al Congreso la cancelación de partidas presupuestadas pero no ejecutadas. Aunque esta herramienta ha sido usada antes, su aplicación ahora podría desatar una fuerte disputa en el Capitolio.
Mientras el ala más conservadora del Partido Republicano respalda los recortes como una medida necesaria de austeridad, varios demócratas han advertido que tales recortes podrían afectar programas clave para las comunidades más vulnerables, incluyendo a inmigrantes y familias de bajos ingresos.
Impacto en servicios y programas sociales
Entre los programas bajo observación estaría el financiamiento a la educación bilingüe, la asistencia alimentaria y proyectos de vivienda pública. Aún no se conoce el detalle completo de las partidas afectadas, pero los analistas anticipan semanas de debate intenso en el Congreso.
La medida podría ser aprobada por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, pero encontraría mayores obstáculos en el Senado. Mientras tanto, organizaciones sociales ya se movilizan para presionar por la protección de los programas esenciales para las minorías en EE.UU.
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