Estados Unidos moderniza su sistema de ingreso eliminando la visa convencional para viajeros de países aliados. El ESTA es obligatorio para visitas de hasta 90 días.
A partir de 2025, Estados Unidos cambiará radicalmente su política migratoria, marcando un hito para millones de viajeros internacionales. El sistema de visa convencional será reemplazado por el Sistema Electrónico para la Autorización de Viajes (ESTA), que será obligatorio para los ciudadanos de los países incluidos en el Programa de Exención de Visas (VWP). Esta reforma agiliza los trámites y pone en marcha una nueva era para los viajeros que deseen ingresar al país por períodos de hasta 90 días.
El cambio se produce en un contexto donde Estados Unidos busca no solo simplificar el proceso de entrada, sino también fortalecer la seguridad nacional. Con el ESTA, los viajeros podrán obtener una autorización en línea, eliminando la necesidad de realizar una visa tradicional, lo que representa un avance significativo para el sistema migratorio estadounidense.
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Un paso hacia la simplificación migratoria
El ESTA permitirá a ciudadanos de 42 países solicitar autorización en línea para ingresar a Estados Unidos por períodos de hasta 90 días. Este sistema digital reducirá los tiempos de espera, simplificará trámites burocráticos y reforzará la seguridad nacional. Además, el cambio también promueve el turismo y los negocios internacionales, dos pilares fundamentales en la economía estadounidense.
Países beneficiados por el programa de exención de visas
El Programa de Exención de Visas (VWP) incluye a 42 países que cumplen estrictos estándares de seguridad y cooperación con Estados Unidos. Entre ellos figuran:
- España
- Japón
- Australia
- Reino Unido
- Chile.
Estas naciones mantienen relaciones económicas y políticas estratégicas con Estados Unidos, y sus ciudadanos podrán acceder al ESTA tras completar un formulario en línea.
Además, para formar parte del VWP, los países deben demostrar tasas bajas de incumplimiento migratorio y colaborar activamente en la lucha contra el terrorismo. Este nuevo esquema no solo facilita la movilidad de personas, sino que también refuerza la confianza mutua entre los gobiernos participantes.
Los desafíos para los países fuera del programa
Mientras que los países del VWP gozarán de acceso simplificado, aquellos no incluidos enfrentan mayores desafíos. Los ciudadanos de estas naciones deberán presentar documentación adicional para justificar el propósito de su viaje, demostrar solvencia económica y garantizar su retorno.
La administración del presidente electo Donald Trump ha prometido endurecer los controles para quienes no cumplen con los requisitos del VWP, vinculando la política migratoria con el crecimiento económico y la seguridad nacional. Se esperan nuevas medidas tras su toma de posesión el 20 de enero, algunas de las cuales podrían incluir el cierre de fronteras y la deportación de inmigrantes indocumentados, especialmente aquellos con antecedentes penales.
Este cambio en la política migratoria de Estados Unidos marca un antes y un después, ofreciendo oportunidades para algunos y retos para otros, mientras la administración busca equilibrar accesibilidad, seguridad y crecimiento económico.
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