El gobierno de Donald Trump ha anunciado su estrategia de realizar operativos migratorios cada semana en distintas ciudades de Estados Unidos.
El gobierno de Donald Trump ha anunciado que realizará tres redadas migratorias semanales en diversas ciudades de Estados Unidos, según fuentes cercanas a los planes. Estas operaciones estarán lideradas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y contarán con la colaboración de diversas agencias federales, como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la DEA, el Servicio de Alguaciles y la ATF. El objetivo principal de estas acciones es cumplir con la política de deportaciones masivas de Trump.
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Inicio de los operativos y ciudades involucradas
El plan comenzó tras la investidura de Trump el 20 de enero, con operativos en ciudades como Chicago y Nueva York. Este patrón de redadas se replicará en Aurora, Colorado, el jueves siguiente. Se prevé que esta estrategia se repita en otras ciudades de EE.UU. en las próximas semanas.
Aurora, Colorado: foco de atención durante la campaña presidencial
Aurora fue mencionada específicamente en la campaña de Trump, quien afirmó, sin pruebas, que la ciudad había sido “infectada por Venezuela” debido a la presencia de la pandilla criminal Tren de Aragua. Sin embargo, las autoridades locales han rechazado tales acusaciones, destacando que Aurora es una ciudad "muy segura".
Cambio de enfoque en los operativos migratorios de Trump
Bajo la administración de Trump, los agentes migratorios han cambiado su enfoque, priorizando los arrestos de inmigrantes sin antecedentes criminales. Este enfoque marca una diferencia significativa con la administración de Biden, que había prohibido los arrestos colaterales. Recientemente, en Maryland, ICE arrestó a 13 personas, de las cuales 9 eran objetivos directos y 4 fueron arrestadas incidentalmente.
Prioridades de arresto y política de lugares sensibles
El director de la oficina de ICE en Baltimore, Matt Elliston, explicó que la prioridad sigue siendo arrestar a aquellos considerados amenazas para la seguridad pública y nacional. Aunque la política de Trump permite realizar detenciones fuera de lugares sensibles como escuelas e iglesias, los agentes han asegurado que tales intervenciones siguen siendo poco frecuentes.
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