La medida forma parte de un plan que busca reactivar el centro de Denver tras una caída de más de 17 millones de visitas desde 2017. Conoce más aquí.
La ciudad de Denver, en Colorado, evalúa un giro radical en la organización de su centro urbano: convertir sus calles de un solo sentido en vías de doble sentido. Esta iniciativa se enmarca dentro del Plan de Área del Centro, una estrategia de desarrollo a 20 años que busca mejorar la movilidad, fortalecer la seguridad y reactivar la vida económica y social del distrito.
Con esta medida, los líderes urbanos esperan transformar la experiencia de moverse por el corazón de la ciudad. El cambio busca facilitar la orientación de los conductores, especialmente visitantes, y optimizar el flujo vehicular, lo que a su vez contribuiría a la revitalización de la zona que ha perdido millones de visitas en los últimos años.
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Beneficios de cambiar el sentido de las calles en Denver
Para quienes trabajan recorriendo el centro de Denver cada día, como Carlton Eide, conductor de pedicab, el cambio sería un alivio. Con más de una década de experiencia en el área, Eide asegura que las calles de un solo sentido dificultan su trabajo y aumentan el riesgo de errores. Pasar a un esquema de doble sentido permitiría a los conductores como él trasladarse de forma más fluida y segura, beneficiando también a los pasajeros.
El plan contempla transformar vías principales como Blake, Larimer y Arapahoe, con la promesa de una circulación más intuitiva. Andrew Iltis, vicepresidente sénior de planificación e impacto comunitario de Downtown Denver Partnership, subraya que la seguridad peatonal también es una prioridad. Una red vial más predecible y menos confusa permitiría que los visitantes se desplacen con mayor tranquilidad.
Una respuesta al declive del centro de Denver
Desde 2017, el centro de Denver ha perdido 17.2 millones de visitas, lo que ha afectado no solo al comercio local, sino también a la vitalidad del espacio público. Para revertir esta tendencia, la ciudad apuesta por cambios estructurales como la reconfiguración vial, considerada clave para atraer de nuevo a residentes y turistas.
Alfredo Zapata, visitante de Fort Lupton, cuenta que su tránsito por el centro fue “muy agitado” y que las calles de un solo sentido lo confundieron. La mejora de la accesibilidad busca evitar experiencias como esta y motivar el regreso del público.
Participación ciudadana en el rediseño urbano
La implementación de esta ambiciosa propuesta aún está en discusión, pero se proyecta que podría concretarse en un plazo de tres a cinco años. Mientras tanto, las autoridades impulsan una encuesta digital abierta a residentes, trabajadores y visitantes, con el objetivo de recoger opiniones y construir un plan con respaldo ciudadano.
La Downtown Denver Partnership insiste en que esta no es solo una propuesta técnica, sino una oportunidad para rediseñar la ciudad junto con su comunidad. A través de esta medida, Denver aspira a tener un centro más accesible, seguro y atractivo para todos.
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