Las grandes granjas eólicas oceánicas son la pieza clave de los planes estatales para cambiar la energía renovable en Estados Unidos.
Una coalición de fiscales estatales presentó una demanda contra el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, de detener el desarrollo de la energía eólica, 17 estados están desafiando una orden ejecutiva que Trump firmó durante su primer día como presidente, pausando aprobaciones, permisos y préstamos para todos los proyectos de energía eólica tanto en tierra como en el mar.
Afirman que Trump no tiene la autoridad para cerrar unilateralmente el proceso de permisos y que está poniendo en peligro el desarrollo de una fuente de energía crítica para la vitalidad económica de estas regiones de Estados Unidos, su mezcla energética, la salud pública y los objetivos climáticos.
“Esta directiva arbitraria e innecesaria amenaza con la pérdida de miles de empleos bien remunerados y miles de millones en inversiones, y está retrasando nuestra transición de los combustibles fósiles que dañan nuestra salud y nuestro planeta”, expresó en un comunicado la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien lidera la coalición.
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Decisiones de Trump
La Administración Trump dio un paso más agresivo contra la energía eólica en abril cuando ordenó a la empresa Equinor detener la construcción de Empire Wind, un proyecto autorizado ubicado al sureste de Long Island, Nueva York, que está construido en aproximadamente 30%.
Equinor pasó por un proceso de permisos de siete años antes de comenzar a construir Empire Wind el año pasado para proporcionar energía a 500 000 familias en Nueva York. La compañúa está considerando opciones legales, debido a que el gobierno noruego posee una participación mayoritaria en Equinor.
La energía eólica proporciona aproximadamente el 10% de la electricidad generada en Estados Unidos, convirtiéndola en la mayor fuente de energía renovable del país. Los fiscales generales argumentan que la orden de Trump contradice años de apoyo bipartidista a la energía eólica y contradice su propia declaración de una “emergencia energética nacional”, que pedía expandir la producción de energía doméstica.
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