Si no lograste entregar los regalos de Navidad a tiempo no te preocupes: los receptores suelen valorar más el gesto que la puntualidad, según un estudio científico reciente.
La presión de encontrar el regalo perfecto en Navidad y asegurarse de que llegue a tiempo genera ansiedad en muchos. Según un estudio próximo a publicarse en el Journal of Consumer Psychology, la preocupación por entregar un regalo tarde suele ser exagerada, ya que los destinatarios no son tan estrictos con la puntualidad como los compradores temen.
Navidad: ¿entregar el regalo a tiempo o entregar un buen regalo cuando sea posible?
El estudio revela que quienes regalan tienden a priorizar las normas sociales sobre los regalos, como el que lleguen a tiempo, mientras que los receptores valoran más el detalle en sí. "Muchos temen que un regalo tardío sea interpretado como falta de interés, pero nuestra investigación demuestra que esto rara vez ocurre", explican los autores.
De hecho, la preocupación por la puntualidad puede llevar a elegir regalos inferiores solo por garantizar una entrega rápida. En un experimento, el 70% de los participantes prefirieron una opción más económica que llegaría a tiempo, en lugar de un regalo de mayor calidad que se entregaría tarde.
Sin embargo, el estudio advierte que es mejor enviar un regalo tarde que no enviarlo en absoluto, ya que no recibir nada puede dañar más una relación. Así que, si tu regalo llega en enero o febrero, todavía puede ser un éxito: el gesto es lo que realmente importa.
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