Con 27 satélites en órbita, Amazon inicia la fase operativa de Kuiper, una constelación que busca llevar internet a zonas remotas del planeta.
Amazon ha lanzado oficialmente su Proyecto Kuiper, una megaconstelación de satélites que buscará competir con la dominante red Starlink de Elon Musk. Ya han despegado 27 satélites a bordo de un cohete Atlas V desde Cabo Cañaveral, marcando el primer paso tangible en la apuesta del gigante tecnológico por conquistar el mercado del internet satelital.
Este primer lanzamiento representa un avance clave en la estrategia de Amazon para entrar en un sector que ya ha sido revolucionado por SpaceX. Starlink cuenta actualmente con más de 4.6 millones de clientes en todo el mundo, gracias a su capacidad de ofrecer conectividad en zonas donde la infraestructura terrestre no llega. Amazon busca replicar ese impacto, aunque llega más tarde a la competencia.
Te recomendamos
La estrategia para transformar el acceso global a internet
El plan inicial de Amazon contempla la instalación de aproximadamente 3 200 satélites que orbitarán a unos 450 kilómetros de la superficie terrestre, una altitud menor a la de los satélites de Starlink. Esta proximidad permite una menor latencia y una mejor calidad de conexión, en comparación con los sistemas tradicionales de órbita geoestacionaria como los de Inmarsat o Viasat, que operan a más de 35 000 kilómetros de distancia. Sin embargo, lograr una coordinación eficaz entre miles de satélites a velocidades de más de 27 000 kilómetros por hora plantea desafíos técnicos considerables.
El despliegue completo del sistema Kuiper podría costar hasta U$D 17 000 millones solo en su primera fase, según la firma Raymond James. A esto se sumarían gastos operativos anuales estimados entre U$D 1 000 millones y U$D 2 000 millones. Analistas como Craig Moffett han mostrado escepticismo sobre la viabilidad financiera del proyecto, especialmente considerando que SpaceX ya ha capitalizado las oportunidades de subsidios estatales para expandir el acceso a internet en EE.UU.
Más allá de lo técnico y financiero, Kuiper se mueve también en un terreno político delicado. Starlink ha enfrentado controversias por su uso en zonas de guerra como Ucrania, situación que ha puesto a Elon Musk en el centro de debates geopolíticos. Jeff Bezos, con un perfil menos polarizante, podría representar una alternativa más aceptable para organismos como la OTAN. No obstante, Europa también considera fortalecer sus propias capacidades satelitales con iniciativas como OneWeb, en busca de soberanía tecnológica.
Un futuro incierto, pero con potencial estratégico
Aunque Amazon aún está lejos de alcanzar a su competidor, el Proyecto Kuiper podría traer beneficios más allá del internet para consumidores. Entre sus potenciales usos destacan la expansión de Amazon Web Services, la conexión de vehículos logísticos y una mayor presencia en sectores donde la conectividad es limitada. La compañía ha asegurado que los primeros usuarios del servicio comenzarán a conectarse a finales de 2025, mientras acelera su producción satelital.
Rajeev Badyal, vicepresidente del Proyecto Kuiper, ha resaltado el carácter experimental de esta primera misión, destacando que “este es solo el comienzo de nuestro viaje”. La empresa planea realizar múltiples lanzamientos en los próximos años y ajustar su estrategia con base en los resultados iniciales. A pesar de los retos, Amazon apuesta por posicionarse como una alternativa sólida en un mercado donde la infraestructura satelital redefine el futuro de las telecomunicaciones.
Video recomendado
Comparte esta noticia