Invertir en bienes raíces en Estados Unidos puede ser una gran oportunidad, pero es clave conocer el mercado, las regulaciones y los impuestos aplicables.
Comprar una vivienda en Estados Unidos depende de factores como el crédito, las hipotecas y la normativa fiscal. Afortunadamente, el gobierno estadounidense no impone restricciones a la compra de propiedades por parte de extranjeros.
Si estás considerando invertir en bienes raíces en EE. UU., ya sea para mudarte, tener una casa de vacaciones o generar ingresos mediante el alquiler, es fundamental informarte bien antes de tomar una decisión.
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1. Elige condominios en lugar de cooperativas
Si planeas comprar una casa en EE. UU., es recomendable optar por condominios en lugar de cooperativas de vivienda. A diferencia de otros países donde las cooperativas son una opción atractiva, en EE. UU. están diseñadas para residentes permanentes y suelen ser menos flexibles con inversores extranjeros.
Las cooperativas buscan mantener un entorno estable entre vecinos de confianza, por lo que muchas no venden propiedades a compradores internacionales. Por ello, si buscas una inversión rentable y sin complicaciones, un condominio es la mejor opción.
2. Declara impuestos para evitar retenciones innecesarias
Para maximizar los beneficios de tu inversión inmobiliaria en EE. UU., es esencial presentar tu declaración de impuestos. Si planeas alquilar la propiedad, este paso es aún más importante.
El gobierno estadounidense aplica automáticamente un impuesto del 30 % sobre los ingresos por alquiler a quienes no presentan declaración fiscal. Sin embargo, si registras tus ingresos y gastos correctamente, puedes reducir la carga tributaria e incluso deducir costos como reparaciones y depreciación del inmueble.
3. Protege tu inversión del impuesto sobre el patrimonio
Uno de los aspectos menos conocidos por los compradores extranjeros es el impuesto sobre el patrimonio en EE. UU. Si el propietario de una vivienda fallece, el gobierno puede aplicar un impuesto que puede alcanzar hasta el 50 % del valor de la propiedad.
Para ciudadanos estadounidenses, este impuesto solo se aplica a patrimonios mayores a 11,4 millones de dólares (o 22,8 millones para parejas). Sin embargo, para extranjeros el límite es de apenas 60.000 dólares.
Para evitar que gran parte de tu inversión pase al Estado en caso de fallecimiento, puedes considerar opciones como:
- Comprar la vivienda a nombre de una empresa registrada fuera de EE. UU.
- Contratar un seguro de vida que cubra los impuestos sobre la herencia.
4. Consulta con un asesor fiscal en tu país de origen
Antes de comprar una casa en EE.UU., es importante consultar con un experto en impuestos de tu país. Algunas naciones tienen tratados fiscales con Estados Unidos que pueden influir en tu inversión, por lo que es clave conocer cómo afectará la compra a tu situación financiera.
Una buena planificación fiscal te permitirá evitar sorpresas y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el mercado inmobiliario estadounidense.
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