¿Ya eres residente? Dar el siguiente paso a la ciudadanía americana trae ventajas que pocos conocen. Conoce los más importantes en esta nota.
Convertirte en ciudadano estadounidense después de haber sido residente es mucho más que un cambio de estatus: es un salto hacia una vida con más estabilidad, derechos y oportunidades. Para muchos inmigrantes, es el sueño que corona años de esfuerzo, sacrificio y adaptación en su nuevo hogar.
La ciudadanía te permite votar, acceder a empleos exclusivos del gobierno, y protegerte legalmente de la deportación. También te da la opción de ayudar a que tus seres queridos obtengan la residencia más rápido. En otras palabras, es una llave que abre muchas puertas hacia un futuro más prometedor.
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Beneficios de naturalizarte tras haber sido residente en EE.UU.
A continuación, te enumeramos los principales beneficios que obtiene una persona que se convirtió en ciudadano de Estados Unidos luego de haber sido residente permanente:
- Ser ciudadano te da el derecho a votar en todas las elecciones, desde las locales hasta las presidenciales. Esto significa que puedes participar activamente y ayudar a decidir el rumbo del país donde vives.
- Como ciudadano, puedes ayudar a que más familiares cercanos, como tu esposo o esposa, padres e hijos, obtengan la residencia permanente más rápido. Los tiempos de espera suelen ser menores que para los residentes.
- A diferencia de los residentes, los ciudadanos estadounidenses no pueden ser deportados, lo que te brinda una tranquilidad y seguridad legal que no tiene precio.
- La naturalización te abre la puerta a empleos en el gobierno que solo están disponibles para ciudadanos, además de facilitar el acceso a becas y ayudas económicas para estudiar.
- Con un pasaporte estadounidense, moverte por el mundo es mucho más fácil, y en caso de emergencia, contarás con el apoyo de consulados y embajadas.
- Si tienes hijos menores que son residentes, ellos pueden convertirse en ciudadanos automáticamente cuando tú te naturalizas, asegurando un camino más fácil para ellos.
- La ciudadanía no necesita renovarse y no depende de cambios en las leyes migratorias, por lo que te ofrece una seguridad legal permanente para vivir tranquilo.
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