Cuando una persona enfrenta un proceso de deportación en Estados Unidos, aceptar la salida voluntaria puede ser una opción más favorable que una expulsión forzada.
Aceptar la deportación voluntaria en Estados Unidos puede ser una opción estratégica para ciertos inmigrantes en situación irregular. A diferencia de una orden de expulsión forzada, esta alternativa permite salir del país sin enfrentar algunas de las sanciones severas que conlleva una deportación formal.
Entre sus principales beneficios se encuentran la posibilidad de regresar legalmente en el futuro, evitar restricciones migratorias prolongadas y mantener un mejor historial ante las autoridades. Dicho esto, aquí repasamos cuáles son todas las ventajas que obtienes al optar por la deportación voluntaria.
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Beneficios de aceptar la expulsión voluntaria de EE.UU.
- Oportunidad de regresar legalmente en el futuro: Aceptar la salida voluntaria evita la marca de una deportación en los registros migratorios, lo que significa que, en el futuro, podrías solicitar una visa o incluso la residencia legal sin enfrentar restricciones adicionales. Eso sí, será necesario cumplir con los requisitos establecidos por las autoridades migratorias.
- Sin historial de deportación en tu expediente: Uno de los mayores problemas de ser deportado forzosamente es que deja un antecedente negativo en tu historial migratorio. En cambio, la deportación voluntaria no se registra como una expulsión oficial, lo que facilita cualquier trámite de inmigración en el futuro.
- Menos trabas para solicitar una nueva visa o residencia: Las personas que son deportadas suelen enfrentar prohibiciones de reingreso por varios años, además de dificultades para obtener visas. Con la salida voluntaria, estas restricciones se reducen significativamente, haciendo que sea más fácil volver a EE.UU. de manera legal cuando las condiciones lo permitan.
- Evitas sanciones migratorias adicionales: La deportación obligatoria puede acarrear castigos severos, como la prohibición de entrada a EE.UU. por cinco, diez o incluso veinte años. Optar por salir voluntariamente te ayuda a evitar estas sanciones y mantiene abierta la posibilidad de regresar sin esperar largos periodos de tiempo.
- Mayor control sobre el proceso y el tiempo de salida: Quienes aceptan la deportación voluntaria pueden planificar su regreso a su país de origen con más flexibilidad. Esto les da tiempo para organizar sus asuntos personales, avisar a familiares y prepararse para la transición, en lugar de ser expulsados de forma abrupta y sin previo aviso.
- Menos tiempo en centros de detención y menores costos: Una deportación forzada puede implicar largas semanas o meses en centros de detención, además de los gastos asociados con el proceso legal. Al optar por salir voluntariamente, el tiempo de retención se reduce considerablemente y se evitan costos adicionales de abogados o procesos judiciales prolongados.
- Salvaguardar la dignidad y el respeto personal: Ser deportado forzosamente puede ser una experiencia traumática y humillante. Al tomar la decisión de salir voluntariamente, la persona conserva su dignidad y evita la estigmatización de haber sido expulsada del país por las autoridades.
Video: YouTube | El Heraldo de México
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