En California, el uso de fuegos artificiales está regulado por ley. Conozca cuáles están permitidos y qué precauciones tomar durante las celebraciones del 4 de julio.
Cada 4 de julio, el cielo de Estados Unidos se ilumina con fuegos artificiales en conmemoración de su independencia. Sin embargo, en California, no todos los artefactos pirotécnicos están permitidos. La legislación del estado, específicamente el Código de Salud y Seguridad 12500-12728 HS, clasifica los fuegos artificiales en dos categorías: los peligrosos y los seguros y sensatos. Esta normativa busca proteger tanto a las personas como al medio ambiente de los riesgos que conlleva un mal uso de estos productos.
Los fuegos artificiales considerados peligrosos —como cohetes y bengalas de gran tamaño— están prohibidos para el público general y solo pueden ser utilizados por operadores autorizados. En cambio, los denominados “seguros y sensatos” pueden ser vendidos al público entre el 28 de junio y el 6 de julio, y comprenden artículos como fuentes pequeñas, giradores y petardos. “Estos son artículos de bajo riesgo que aún deben usarse con precaución”, señaló el Departamento de Bomberos.
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Precaución: un espectáculo que puede convertirse en desastre
Más allá de las regulaciones, el uso de fuegos artificiales sigue representando un peligro real en California, especialmente por su propensión a incendios forestales. Solo en 2021, estos dispositivos provocaron 916 incendios que generaron daños valorados en más de 3.2 millones de dólares, según datos estatales. “Los fuegos artificiales pueden parecer inofensivos, pero el riesgo de incendios es muy alto, sobre todo en áreas secas”, advierten las autoridades locales.
Ciudades como Los Ángeles, San Diego y San Francisco prohíben completamente su uso, aunque cerca de 300 comunidades permiten ciertos tipos bajo normativas estrictas. La clave está en informarse y actuar con responsabilidad para evitar tragedias durante la celebración.